El próximo 16 de febrero -pocos días antes de que se cumpla su vigésimocuarto año de cárcel (sin contar el tiempo que pagó antes del 87 por acciones del MIL, de los GARI y de AD)- se dará a conocer la decisión sobre la última petición de libertad condicional cursada por los abogados de Jean-Marc Rouillan.

Más de dos años han pasado desde que fue devuelto a prisión completa cuando llevaba diez meses en un régimen de semilibertad, trámite previo a la libertad condicional, por unas declaraciones a la prensa que los mismos tribunales franceses que tomaron la decisión calificaron de ambiguas.

Lo están manteniendo preso todo el tiempo posible gracias a leyes de excepción (una excepción convertida en regla) y al encarnizamiento contra él de los esbirros del Estado por su actitud irreductible. Ahora sería difícil encontrar argumentos legales para negarle la condicional, pero nunca se sabe, el tornillo del garrote vil tiene muchas vueltas.

Fuente: www.boletintokata.wordpress.com