El tribunal de apelación de París ha desestimado el recurso de la fiscalía contra la semilibertad de Jean-Marc Rouillan acordando su entrada en este régimen. Saldrá a trabajar diariamente en la editorial Agone de Marsella con una pulsera electrónica puesta para controlar sus movimientos, pero los fines de semana tendrá que pasarlos enteros en la cárcel, y no podrá hablar de los motivos por que fue condenado. Después de un año así podrá optar a la libertad condicional.
En cuanto a su compañero Georges Cipriani, el tribunal de aplicación de penas había acordado a mediados de marzo su libertad condicional, pero la fiscalía se opuso y, al cumplir un año en semilibertad sin haberse celebrado la audiencia de apelación, fue devuelto a la cárcel a tiempo completo. Esa audiencia tuvo lugar por fin el 28 de abril y se espera la publicación de la decisón para el próximo 3 de mayo.