El fuego llovió sobre el asfalto, iluminando la noche, irrumpiendo en la paz social y destruyendo la normalidad de este orden capitalista.

En una acción de solidaridad con el compañero Mario Gónzales, quien se encuentra aun recluido en la torre médica de Tepepan tras dejar la huelga de hambre, pero no la lucha que libra en contra de su encarcelamiento; un nutrido grupo de individualidades bloqueamos la tarde-noche de ayer cinco de Diciembre, con fuego, llantas y demás cosas la avenida insurgentes a la altura del metro bus CU, la acción duro unos momentos, se reventaron cócteles molotov, se detonaron chetones y se realizaron pintas en solidaridad con el compañero. A Mario el  sistema lo quiso asesinar como un intento de aleccionamiento para lxs anarquistas; anarquistas con un espíritu salvaje incapaz de adoctrinar y someter.

Nuestra lucha no va a declinar, actos como la resistencia del compañero solo nos hacen más fuertes y convincentes de que este es el camino que hemos decidido tomar. El GDF y su absurda campaña no nos intimidan; porque no somos legalistas ni ilegalistas, no somos delincuentes ni tampoco hacemos apología al anarquismo como algo bonito y conservador que no rompe, que no rebasa, que no destruye, somos individualidades retomando nuestras vidas. No optamos por usar el lenguaje legaloide del Estado que es claramente para marcar diferencias, mismas que tristemente reivindican algunxs compañerxs: delincuentes vs no delincuentes, culpables vs inocentes, delito vs comportamiento, no son mas que palabras que el sistema invento para mantener su control!