Aparecido en el número 8 del periódico Aversión (aversion@riseup.net
)
Entrevistamos por carta a Stefano Fosco y Elisa Di Bernardo, quienes llevaban el blog anarquista Culmine y que se encuentran desde junio de 2012 en prisión preventiva en el contexto de la llamada Operación Ardire.
En los últimos años, debido a cuestiones que escapan a este análisis y que tienen más que ver con la dirección que está tomando el Sistema, pero que claramente afectan a nuestra forma de relacionarnos, han surgido blogs y páginas web que vinieron a reemplazar la tarea que hasta el momento llevaban haciendo nuestras publicaciones impresas. ¿Cómo creéis que ello está afectando a las luchas y a la percepción de éstas?
Culmine: Estamos plenamente convencidos de que estamos viviendo un periodo nuevo dentro del anarquismo. Los blogs y los sitios web permiten la difusión de comunicados, escritos y elaboraciones de manera veloz en todos los lugares del planeta, que permiten el intercambio de ideas y propuestas entre compañeros y compañeras que probablemente no tendrían nunca la posibilidad de encontrarse físicamente. Se trata de una verdadera revolución en las relaciones entre anarquistas. Somos bien conscientes de los grandes límites presentes en esta nueva manera de relacionarse, ya sea porque el instrumento utilizado no es neutro, sino que está gestionado y controlado por el enemigo, como porque los riesgos que hay son muy elevados, como ocurrió con Culmine, el cual sin embargo no eligió el anonimato.
El blog anarquista Culmine fue enjaulado el 13 de junio de 2012 también por su trabajo de contrainformación. Demasiado complejo es el trabajo relativo a las luchas y su percepción. Hay que comenzar con el hecho de que actualmente —en 2013—, todos los movimientos utilizan Internet: políticos, ecologistas, culturales y hasta antitecnológicos (esta paradoja merecería una profundización, pero no es éste el caso). Incluso dentro de los anarquismos prácticamente todos los grupos de cualquier tendencia tienen relación con la red, pero en los últimos tiempos tenemos la irrupción de las redes sociales, como Twitter o Facebook, con efectos perjudiciales. De todas maneras, nunca pensamos que los blogs de contrainformación tuviesen que substituir las publicaciones en papel.
Parece que hoy en día Internet abarca muchos aspectos de nuestras vidas y está influyendo de manera radical en las relaciones humanas, contribuyendo enormemente al aislamiento, la atomización y la alienación. ¿No creéis que, desde el entorno anarquista, faltan posturas críticas con este instrumento?
Culmine: Sí, es verdad que Internet está fuertemente presente en nuestras existencias, pero todos nosotros y nosotras, incluso los y las anarquistas, utilizamos este instrumento en la vida cotidiana, aunque sea para viajar o leer un periódico. No hay posturas de fuerte y dura crítica hacia esa tecnología y no creemos que sean suficientes unos análisis de crítica y desamor hacia la red, con una actitud de esnobismo elitista por parte de unos pocos «que han entendido algo». Compartimos la urgencia del problema, o sea de que hay un riesgo de aislarnos aún más y de que cualquier aspecto de la vida pueda llegar a ser virtual, incluso la confrontación humana, pero al mismo tiempo no nos dejamos de imaginar las potencialidades que hay en la difusión de nuestras ideas y prácticas iconoclastas en todos los rincones del planeta. Más que nada hace falta una debida reflexión sobre como programar nuestra existencia totalmente fuera de la virtualidad. Se trata, a fin de cuentas, del dilema de la anticivilización, todavía demasiado anclada en el modelo de nuestra sociedad. A este propósito Culmine demostró más de una vez apreciar dicha temática, pero aplazando a un futuro indefinido un escrito propio de reflexión. Considerada la extrema dificultad actual para poderlo redactar en conjunto y en tiempos breves, no se descarta hacerlo próximamente.
Concretamente Culmine es el primer caso, que sepamos, de represión y encarcelamiento a un sitio web de contrainformación. ¿A qué creéis que se debe? ¿Por qué Culmine y no otros sitios?
Culmine: En primer lugar la represión contra Culmine tiene que ver con la legislación antiterrorista italiana, heredera de las leyes especiales utilizadas en los llamados «años de plomo». Hay que especificar que no estamos sólo imputadas por violación de las leyes de información o por apología, sino por haber proyectado, financiado y efectuado materialmente atentados explosivos.
¿Por qué Culmine y no los demás blogs? Porque, a nuestro parecer, Culmine en los años de su existencia se caracterizó por el hecho de no censurar comunicados de acciones directas de todo el mundo, dando espacio también a la voz de muchos presos anarquistas. No somos las únicas en hacerlo, vimos nacer muchos otros blogs o sitios con los cuales compartimos reflexiones y experiencias. El enjaulamiento de Culmine es una mala señal que llega desde la represión ya que representa un escenario que podría repetirse también para otras experiencias similares a nivel contrainformativo. Es significativo, por ejemplo, que según la fiscalía fue una prueba de nuestro no arrepentimiento luego del registro de marzo de 2012 (que ya anunciaba una creciente represión) nuestra inmediata difusión de un comunicado para avisar a los demás blogs sobre lo ocurrido y la violación del mismo Culmine.
Una cuestión latente en este tema es la de los tiempos. Internet te obliga a una constante actualización y todo se hace a una velocidad muy por encima de las capacidades humanas. ¿Qué sentido tiene saber a tiempo real lo que sucede contemporáneamente en todo el globo terráqueo? Nuestra capacidad de intervención en nuestra realidad más próxima es de por sí muy limitada. ¿Hasta qué punto esto no crea las mismas ansiedades que, por ejemplo, la caducidad de los aparatos tecnológicos o las modas, que de un momento a otro pierden valor y sentido?
Culmine: El problema de las actualizaciones continuas existe y un blog que no se actualiza con frecuencia deja de ser visitado. Es importante que los administradores de un blog tengan la inteligencia de seleccionar con cuidado el material que reciben, dando más o menos espacio e importancia a determinados post. Cierto, seguramente podríamos sobrevivir (además de, por supuesto, continuar luchando y contrainformando) sin saber lo que ocurre en tiempo real en el otro lado del mundo. Pero la idea siempre es que el intercambio de información y experiencias pueda ser un estímulo para las otras realidades, como acaeció en los últimos años. Sin embargo hay un límite que no puede ser superado, de lo contrario se cae en la virtualidad de la lucha y en la total virtualidad de las relaciones humanas. Desde este punto de vista pensamos que las movilizaciones vía Twitter, por su extrema rapidez y trazabilidad no consienten algún tipo de reflexión, incluso si ya llegó a ser más utilizada durante las manifestaciones, superando a los mismos SMS.
Salta a la vista una nueva concepción del anarquismo de praxis muy influenciada por la web. Hay discursos y formas «de hacer» que si bien no todos pueden ser considerados nocivos, materializan dinámicas que parecen en algunos casos reproducciones mal asimiladas, y en otros meros juegos de red.
Culmine: En los últimos años apareció esta nueva manera de entender, de vivir el anarquismo; se trata de un fenómeno tan nuevo que no se logra enmarcarlo y las definiciones, en esta fase, pueden desviar. De todas formas una de las definiciones más repetidas es la de anarquismo de praxis. A nuestro parecer no se puede decir que la web tuvo una influencia sobre esta nueva concepción, sino que ayudó a difundir con rapidez su alcance, en sus distintas diferenciaciones y denominadores comunes. En sí no es una novedad. Ya en el pasado hubo períodos en los que el anarquismo de acción se hizo escuchar con atentados, ejecuciones, sabotajes y hasta secuestros de personas. La novedad, respecto al pasado, está en la difusión de comunicados de reivindicación a tiempo real en todos los lugares del planeta y en el posible interés por parte de otras individualidades y grupos en acciones dirigidas contra el mismo objetivo. También en este caso se trata de fenómenos ya vividos. El ejemplo más llamativo, aunque hay muchos más, es el de la campaña de solidaridad internacional con Sacco y Vanzetti. En distintas partes del planeta individualidades y grupos anarquistas estaban a la espera de las novedades del corredor de la muerte norteamericano: en aquel entonces el instrumento de comunicación era el telégrafo, ahora es Internet. Por supuesto, son muchos los problemas que hay que solucionar con esta nueva aproximación. Es cierto que a menudo hay una superficialidad en los análisis y que de la nada aparecen personajes ajenos a cualquier recorrido anarquista (y a los cuales hay que tratar con la debida sospecha). No hay que menospreciar, además, los problemas del lenguaje, ya sea por las traducciones malas y hechas con prisas (a menudo realizadas con traductores automáticos, que nosotras creemos que hay que utilizar sólo en casos de extrema necesidad) como por conceptos mal asimilados. Un ejemplo nos podría ayudar: se habla mucho, dentro del anarquismo de praxis, de guerrilla urbana y de lucha armada. Actualmente no tenemos los instrumentos para analizar lo que está sucediendo, por ejemplo, en Grecia, y por cierto ni en Italia ni en muchos otros países hay las condiciones para que se pueda hablar ni de guerrilla urbana ni de lucha armada. ¡También sobre el concepto de nihilismo hay una gran confusión (al punto de que unos pseudonihilistas llegaron a negar cualquier ética, abriendo la puerta a la misma infamia) y equivocaciones similares están surgiendo también frente al concepto de antijuridicismo anárquico! Estas equivocaciones pueden, efectivamente, desembocar en unos antipáticos «juegos de red» que sin embargo Culmine nunca alimentó.
Nosotros crecimos en la anarquía por medio de debates, cartas con compañeras y compañeros presos, leyendo opúsculos, viajando, visitando bibliotecas, subscribiéndonos a un periódico de otra parte del planeta, hablando con antiguos saboteadores y guerrilleros, etcétera. Pero hoy en día la formación pasa, en gran parte, por los blogs y las redes sociales. ¿Qué opináis?
Culmine: Que la actual «formación» acontezca para la gran mayoría por Internet no se puede negar, pero es cierto también que es una cuestión generacional (cualquier período histórico-social utiliza los instrumentos que hay). Las de Culmine llegamos a gestionar un blog luego de haber hecho un camino, dentro del movimiento anarquista italiano, empezado bastante antes de la llegada de la red. Lo que podemos decir es que quien pertenece a un movimiento que se define revolucionario tiene que tener siempre la capacidad de interactuar, puede que hasta de manera violenta, con la situación social que le rodea.
Renunciar de golpe a Internet y a todos los demás instrumentos tecnológicos es absolutamente impensable (si bien ideal desde una perspectiva anticivilizadora). Son los y las que se ocupan de la contrainformación quienes tienen que poner las mejores energías para que los blogs y los sitios tengan artículos, libros, investigaciones profundizadas y esmeradas. No hay otra salida, por ahora.
Distinto es el discurso relativo a las perspectivas no inmediatas. Nos podríamos preguntar cómo y por qué se llegó a esta situación, pero este análisis, debidamente autocrítico, abarca las últimas décadas del anarquismo mundial. Y pensamos que a este nivel la reflexión debe ampliarse a otras temáticas, más allá de ésta sobre la dependencia tecnológica: ¿Cuál anarquismo? ¿Insurreccionalismo o individualismo? ¿Nihilismo o pesudonihilismo? ¿Formalidad o informalidad? ¿Siglas, acrónimos o anonimato? ¿Antijuridicismo anarquista y hasta dónde una persona es antijuridicista? ¿Social o antisocial?
Esta entrevista intenta ser una piedra lanzada al aire con la intención de generar debate. ¿Queréis agregar algo más?
Culmine: Queremos comunicar que lo que ocurrió a Culmine no se debe a una gestión imprudente por nuestra parte de las medidas de anonimato en la web. Lo nuestro era un blog público, es decir, que no escondíamos nunca nuestra identidad, al punto de que participamos en debates y en distintas actividades anarquistas públicas. Nuestra idea es que las individualidades que gestionan blogs anarquistas, aún más si se ocupan de comunicados de acciones y escritos de presos y presas, tienen que ser conocidas dentro del movimiento.
Creemos que también es importante proporcionar un espacio apropiado a la autocrítica: errores se cometen muchos. Es necesario tener la capacidad de ser conscientes de ello. Más de una vez nos topamos, por ejemplo, con falsos comunicados, provenientes de mitómanos o esbirros, y ese es un riesgo muy elevado para quienes se ocupan de los blogs. En este caso, la experiencia adquirida en años de lucha ayuda a comprender la veracidad de los escritos con los que te encuentras.
Siempre pusimos atención en señalar la fuente de nuestros post junto a los y las traductoras que de tanto en tanto nos ayudaron, pero esto para nosotras es parte de un modus operandi correcto y no superficial, necesario también en relación a publicaciones en papel.
Pese a la represión, pese a los largos meses de prisión preventiva en secciones de alta seguridad, no renegamos del trabajo de Culmine en estos años y esperamos que otros blogs puedan continuar con la contrainformación. Al mismo tiempo estamos más que interesados en una reflexión crítica y constructiva, dentro del movimiento anarquista internacional, sobre los temas de la entrevista de Aversión.
Stefano se encuentra actualmente en la sección para presos anarquistas del módulo de alta seguridad de la cárcel de Ferrara y Elisa en la cárcel de mujeres de Roma.
Direcciones para escribir (también leen y escriben en castellano):
Elisa Di Bernardo
Rebibbia femminile
via Bartolo Longo, 92
00156 Roma
Italia
Stefano Fosco
C.C. Via Arginone, 327
44122 Ferrara
Italia