La resistencia sobre el terreno necesita de todxs vosotrxs. La mayoría de los habitantes locales están preparando su partida, si es que no se han ido ya. Mientras que una parte de la oposición al aeropuerto, la más mediática, persiste en perpetuar una lucha jurídica y política, que muestra cada vez más su fracaso, y que no vacila en desvincularse véase condenando las acciones más radicales.
No estamos en Valle De Susa donde la población local tiene el número y la determinación para luchar contra la planificación dantesca de su territorio. Tampoco estamos en Plogoff y en el Larzac, donde el contexto histórico de oposición firme contra la nuclear y el ejército permitieron parar éstos proyectos mediante movilizaciones masivas y acciones directas que marcaron la historia del militantismo.
Estamos en Notre Dame des Landes, territorio vasto y magnífico, que es defendido a paso de cangrejo por agricultorxs dispuestos a negociar su marcha y por propietarios que no se lo creen todavía, y la mayoría ya han firmado. Solo un colectivo de gente local, los ocupantes de la ZAD (Zone A Défendre) y de militantes de la región mantienen, como pueden, una lucha llevada con convicción y determinación.
Pero somos pocxs. Y en los alrededores de la ZAD, a pesar de la conciencia que hay de que el proyecto del aeropuerto es inútil, el espíritu de la resistencia no arraiga particularmente en los habitantes. ¿Es esto lo que queremos en estos momentos? ¿Un espíritu de consumo y de individualización que lleva al derrotismo y a mirar a la máquina del progreso saquear nuestros territorios con un simple sentimiento de indignación?
¡Nosotrxs no queremos eso!
Nostrxs creemos que el espíritu de resistencia puede difundirse como un virus.
La ZAD es mucho más que un territorio que ciertos plutócratas quieren desarrollar por intereses financieros y/o megalómanos. La ZAD es una de las arboledas más protegidas de Francia. Un lugar donde caminar toma todo su sentido. La ZAD no es más que un principio para estos desarrollistas. A la vez es la prolongación y el símbolo acelerador de un proyectos más vasto todavía, el de hacer de Grand Ouest una región europea atractiva, dinámica, moderna, en resumen: decenas de millares de hectáreas hormigonadas, cada vez más contaminación, ruido, gentrificación del territorio, carreteras, daños en el medio ambien te irreparables, la autonomía alimenticia amenazada.
El proyecto del aeropuerto de la NDDL es primordial para las autoridades.
El despliegue constante y masivo de fuerzas del orden (del desorden) para cualquier operación de perforación o de investigación pública, ha resultado mucho más tranquilizador que todos sus discursos.
El proyecto del aeropuerto de la NDDL, lo realiza Vinci, la primera multinacional de la construcción, la principal cementera que no duda en infamar los derechos humanos si hace falta, como en Khimki en Rusia. Es también uno de los principales proyectos de desarrollo de un Estado, que a pesar de las movilizaciones constantes y los daños y perjuicios en un cada vez más importante deterioro del medio ambiente, continúa desarrollando según su buen querer nuestros territorios, acabando con violencia con toda oposición, o utilizando intermediarios de asociaciones y políticos para facilitar el terreno, diluyendo así el espíritu de la resistencia.
Si ganamos en Notre Dame des Landes, no será solamente un territorio que se habrá salvado de su locura, será la esperanza de acabar con todos sus avances la que se reavivará. En Notre Dame des Landes tenemos la ocasión de mostrarles que nuestro derecho a la autodeterminación no es un derecho imaginario, que nosotros estaremos siempre ahí para parar sus proyectos megalómanos.
Tenemos que combatir para no tener que someternos a los carroñeros del espacio que destruyen cada año millones de vidas ancladas a un territorio.
Su camino no es el nuestro.
Propaguemos el espíritu de resistencia con una lucha feroz y radical, la única que les puede amenazar.
No utilicemos sus herramientas pseudo-democráticas, jurídicas o sus negociaciones, como los sindicatos y las numerosas asociaciones hacen. Esto sólo justifica que su camino puede estar allanado, pero no lo está. Utilicemos nuestras propias herramientas, nuestras propias ideas, porque desde hace demasiado tiempo este sistema ha sabido engañar con sus herramientas elitistas.
En la ZAD tenemos la posibilidad de arrearles un buen patadón por detrás, ¡no nos retendrán!
¡Únanse a nosotrxs! ¡Ayúdanos a resistir a las primeras expulsiones inminentes y a los primeros trabajos!
La ZAD pertenece a todxs nosotrxs, así que lo que pase en la ZAD nos concierne a todxs.
Si no pueden unirse a nosotrxs en la resistencia, una acción de apoyo será siempre bienvenida.
¡Su mundo no es nuestro mundo, demostrémoselo!
Opositores al aeropuerto de fuera de la ZAD.
N.B: Según las últimas informaciones, las primeras expulsiones comenzarán el martes 16 de Octubre y se desarrollarán en dos etapas. Para información más precisa, ver info en inglés.