Recibimos, traducimos y publicamos
El texto presentado aquí fue escrito a mano en los días febriles de mi juicio por robo agravado. Nunca he querido saber nada, y no he pedido la ayuda de nadie para saber el resultado. Según mi experiencia, mi forma de actuar es un intento de negar el derecho / ley, y viviendo en esta incertidumbre ha hecho que estas palabras aun más fuertes. Palabras que las dedico a mi alma gemela Maurizio y para todos aquellos que, en la investigación que se ha puesto en marcha por la “hermana” /monja Manuela Comodi, elegirán un método anti-legal.
El ataque nihilista
Me muevo en la sombra. Siento la percepción de una eventualidad como la no- forma. Vagos recuerdos. Los pasos inciertos que cava /garabatea/rasca el camino vertical antes que a mi.
Siento mis pasos en una convulsión frenética en lo desconocido.
Trazo mi espacio esencial y coloco un círculo concéntrico entre mí y la permanente sumisa redención del evento
Me convierto en uno y yo en soledad.
Inseparable de una misión continua en el devenir, que aniquila la permanente sumisa redención del evento
Es el caso en mí o en antes de mi?
Inmediatez se mueve en persona conmigo.
Mis sombra equipa/nutre/arma su deseo de misántropo y expone en la proyección de sí mismo en una luz por los reflejos sin fin: la luz de la pasividad ama a mi sombra. Me armo en su contra.
Salgo del boquete. Oigo voces: percibo, que quieren mi deseo de afirmarme a mí mismo. Lejos de todo lo que soy también muy cerca en un rincón escondido en las calles malolientes de las necrópolis en la sociedad humana.
He elegido, sigo recuerdos lejanos, la pasividad expande su luz y quiere masticar mi esencia.
Me muevo en su contra. He decidido no ceder a la «certeza» que completa el cambio de las reglas de la sociedad humana.
Cada día es un momento diferente y el espacio que encierra mi ansiedad de afirmación de los tiempos hace tensa en un externo estiramiento, destruyendo el pasado de un antes instanteo.
En negado instante destruye la normalidad.
En todos los rincones ocultos, soy mi sombra y mi esencia volitiva.
Me pongo en el centro rompiendo la esperanza de los recuerdos insignificantes.
El Templo de la profecía – catalizador de los acontecimientos y experiencias – me llama y el Demiurgo-Creador espera una señal de desesperación.
No me rindo y no lo he hecho desde el principio.
El poder egoista ataca y rompe la moral en pedazos, ni tampoco quiere el cadáver todavia caliente – para quemarlo y convertirlo en cenizas.
En este día que salgo a la luz – celoso de mi sombra- y dedico estas palabras a mis hermanos y hermanas de sangre y espíritus afines investigados por “hermana” /monja Manuela Comodi.
El ataque nihilista no abdica y se reivindica por los pasos sin fin de sus impulsos vitales!
Desde mi infierno personal, Federico Buono