El 14 de junio recién pasado el Tribunal Oral de Puente Alto (compuesto por las juezas Patricia Cabrera, Mónica Bellalta y Miryam Ortíz) dio a conocer su veredicto sobre el caso de Roberto Gajardo Rubilar: de manera unánime se le econtró culpable de fabricación de artefactos explosivos.

Roberto, según la prensa y la policía, es un narcotraficante apodado «el Nazi». Según las primeras declaraciones del Fiscal Peña, periodistas y policías, el hombre (de 32 años) hacía las bombas para venderlas a grupos anarquistas que se dedicaban a ponerlas. Por lo mismo en un primer momento se invocó la Ley Antiterrorista, pero luego de la salida del Fiscal Peña del mediático Caso Bombas, esta decisión fue abandonada.

Obvio, es un montaje. Al tipo lo cargaron con las bombas y le dieron dos opciones: colaborar (con falsos testimonios) o no colaborar y sufrir las consecuencias. Finalmente, no colaboró y ha sufrido las consecuencias.

Se le juzgó por infracción al artículo 12 de la Ley de Control de Armas y Explosivos, arriesgando una pena de entre 1 año y medio y 3 años de cárcel.

Actualmente está preso en la Cárcel Santiago Uno.

La condena se dará a conocer el próximo martes (19 de junio) y ante esto, el abogado puede hacer una petición de nulidad de juicio ante la Corte Suprema.

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