Desde: Material Anarquista
Queridos compañeros:
Desde el fondo de mi corazón tengo un deseo intenso de estar con ustedes, el motivo de escribir esta breve carta es con el fin de hacer saber a todos mis amigos que “el fuego sigue ardiendo en nuestros corazones y no puede ser extinto”. Estar en este lugar no es algo que yo deseaba, pero también que no debería ser un motivo de pesar. Somos conscientes y entendemos que la rebelión contra el Estado es vital, pero también implica riesgos. Si los anarquistas atacan algo que otros consideran sagrado, entonces esas personas no serán capaces de tolerar el anarquismo. Eso es lo que subyace en todos sus temores. Cada vez que alguien se opone y trata de destruir algo que es sagrado, por supuesto que se opondrá con todas sus fuerzas.
Sin embargo, esta es exactamente la situación que se produce en nuestra sociedad. La gente vive vidas ordenadas y obedientes en la era capitalista con todos sus fracasos y mentiras. Sólo parece bueno para la gente que cree en esa forma de vida de los ciudadanos, buenos deseos, sin ser creativos, que desean para sus hijos el ser tan respetuosa como lo son ellos para que estén bien equipados para la civilización, donde el éxito se mide por el dinero. ” No quiero vivir una vida tan ignorante y humillante “. Créame amigos, la ira no cesará, incluso aquí, ni fuera ni dentro de los muros de la prisión. El espíritu de la rebelión apunta a todas las condiciones sociales. Al igual que una enfermedad mortal que con rapidez se propaga a través del órgano de poder, abriendo paso en sus células y haciendo que sus articulaciones internas se desmoronen. Entonces, como una bomba de tiempo, llegará el momento, y va a explotar, el viejo mundo quedará sólo como escombros y cenizas. Éste es el fuego de la ira de la gente. Fuego que brilla una luz que guía hacia el final de esta era y enciende el comienzo de algo nuevo. El anochecer se acerca de esta civilización decrépita. Y cuando llegue el momento, los espíritus libres celebrarán en alegría con canciones en la noche, cantando y bailando. Esta carta está dedicada a aquellos que luchan por la libertad en Bima, en Progo Kulon, en Takalar, en Pandang Raya, en Papua, o donde quiera que estén. Mi respeto va para todos ustedes que nunca se cansan en la defensa de su tierra y su sustento.
¡Viva la solidaridad horizontal, viva la lucha, viva la anarquía!.
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Nuestro compañero Hidayat (Yaya), de 23 años, fue arrestado en una protesta en Makassar, el 26 de diciembre de 2011, en un acto de solidaridad con el pueblo de Bima, fueron brutalmente reprimidxs por la policía de Indonesia el 24 de diciembre de 2011. En ese acto de represión, cuatro personas murieron y decenas resultaron heridas. El pueblo de Bima se resiste a la minería en su zona y exigía que el permiso PT Sumber Mineral Nusantara fuese revocada. En la acción solidaria, Hidayat fue detenido y acusado de causar daños a un puesto policial y un banco. Desde ese día se encuentra en la cárcel de Sultan Alanuddin en Makassar y está en espera del juicio bajo la cláusula 170 del Código Penal indonesio, lo que conlleva a una sentencia máxima de cinco años en prisión.
Solidaridad sin límites!