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Somos la mala hierba que agrieta el pavimento:
En memoria y defensa del Centro Social Okupado y Biblioteca Sacco y Vanzetti.
La primera vez que escuche algo sobre el centro social okupado y Bibiloteca Sacco y Vanzetti fue cuando estaba en la secundaria. Esa escuela técnica quedaba en la esquina de Alameda con Bulnes, esta ultima calle es la misma que en dirección al hacia el norte llevaba al Centro Social. Un amigo de la escuela me dijo que lo acompañara a hacerse socio de la videoteca de una okupa que quedaba a unas cuantas calles, que por nombre llevaba el de dos anarquistas de origen italiano que fueron asesinados por el estado gringo en 1927 en medio de la campaña del Red Scare[1].
Una gran casona de tres pisos con una colorida fachada, sus dibujos aludían a variadas formas de propaganda y a la fraternidad entre compañerxs, incluidxs animales. Ya adentro, había mas dibujos en las paredes, y también afiches en varios idiomas, hacia el lado izquierdo, una biblioteca con gran cantidad de libros organizados entre pequeños pasillos, en un estante estaban las películas y documentales que formaban parte de la videoteca. Para acceder al material había que llevar un libro o un disco en blanco, comprometiéndose a cuidar y traerlo de vuelta. Me llamaba la atención esa confianza que se daba a quienes iban a buscar libros, solo el compromiso con un proyecto autogestionado, sin intercambio monetario de por medio y sin algún tipo de amarre, sobretodo por lo valioso del material, sin referirme a lo mercantil, sino por el contenido, o porque en ningún otro lugar de $hile habían mas ejemplares. Así entendí que ese espacio autónomo y expropiado al dominio planteaba otras formas de relacionarse, ya sea con otros seres o con el entorno, no como una alternativa, sino que en conflicto con lo impuesto.
Periódicamente se realizaban tertulias, cenas veganas, pequeñas tokatas y proyecciones de películas en la calle. Variadas expresiones que buscaban romper con la normalidad y el orden del barrio, para de esta manera propagar ideas y practicas basadas en el respeto entre pares, en el desprecio a toda autoridad, buscando convergencia entre problemáticas sociales que son causadas por un sistema que se sostiene a partir de la domesticación y explotación de los seres y de la tierra. Este espacio era el lugar donde colectivos e individualidades podían encontrarse para realizar sus asambleas o actividades, desde temáticas mapuche hasta talleres de Hip-Hop, de ensayos de grupos musicales hasta debates en relación a la liberación animal, todas instancias que dan forma (difusa) al amplio espectro antiautoritario.
Anualmente había jornadas que eran parte de la esencia de este espacio. Como el aniversario del proyecto SCO Sacco y Vanzetti, el aniversario del asesinato de Nicola y Bartolomeo y la conmemoración de la vida y muerte de Barry Horne la cual se realizo constantemente, año a año, no de forma repetitiva de hacer por hacer, sino con la porfía de que el rescate de la memoria histórica es nuestra forma de no traicionar a lxs caidxs y a nosotrxs mismxs, dando impulso a la lucha.
Fue así que la Sacco, como es conocida por los compas, se fue transformando en otro hogar para mi. Si bien no fue hasta algunos meses antes de la operación salamandra que junto a una pequeña manada, llegamos a vivir a ese hermoso lugar, fueron años los que participe del proyecto. Recuerdo el entusiasmo que sentía cuando había que ir a “expropiar agua” al grifo que estaba a unas casas, me decían que con el pasar del tiempo no sentiría lo mismo, y es cierto, en invierno el frio llegaba a los huesos pero en verano era un refrescante agrado, todo esto se hacia atentos a la policía porque sacar agua de ahí es un delito.
Fue a causa de la praxis (ideas/practicas) que se propagaba desde ese espacio, que el Dominio manda a sus verdugos a investigar a quienes ahí vivían, así como a quienes concurrían. Esta investigación pretendía buscar responsabilidad tras los ataques contra iconos del Poder.
Desde la Sacco nunca se pretendió decir el “como” o la “forma” de luchar. Nunca se dijo que la manera de luchar de otros proyectos era incorrecta. Al contrario, a viva voz difundía que todas las formas de lucha son validas. Siempre los tuvimos claro, porque se entiende que lo importante es el contenido que se le da a cada expresión, a cada texto de análisis, a cada foro, a cada conversación con las personas del barrio, etc. El conflicto contra lo impuesto no se desarrolla en los términos ni lenguajes del Dominio, y por eso no creíamos en ser la “alternativa” o en llenar los vacíos bienestaristas que el enemigo no cubre. Subvertir esta realidad, no coexistir.
Tras la accidental muerte del querido compa Mauricio Morales, es que la maquinaria represiva allana centros sociales y al intentar asaltar la Sacco se encontraron con decenas de solidarixs que instintivamente llegaron a defender las ideas que empuñaba este proyecto como también el honor del compañero caído en combate. Esa negra noche fue eterna, el cansancio nada importaba, había que estar unidxs y hacer frente a los que viniera. Los bastardos no lograron entrar, pero volverían. Al menos eso creíamos…
Un mes después la policía allano otro Centro Social. El CSA y Biblioteca Jonny Cariqueo. Buscaban al compañero Diego Rios, puesto que la madre de este lo delato porque en una propiedad de ella encontró material explosivo. El compañero no es hallado y emprende la fuga, negándose a llenar la jaula que el Dominio le tenía preparada.
Los Centros Sociales de tendencia autónoma y antiautoritaria estaban en la mira del enemigo. Ya abiertamente, no era una “simple investigación” sino una venganza anunciada. Aquí la prensa, como brazo propagandístico del Poder, realizo su labor y justificaba frente a la sociedad la necesidad de los allanamientos y las encarcelaciones, ante lo cual la ciudadanía se sentaba a ver la mega-operación policial que se avecinaba.
Sabíamos que la Sacco seria atacada y hay un texto que lo dejo explayado, nunca en forma derrotista, sino al contrario, en completo estado de alerta.
Esa madrugada del 14 de agosto del 2010 habíamos cinco compañerxs en la casa, mas tres compas gatunos y una compita perruna. Se escucharon cadenas y un fuerte remezón, habían sacado una ventana jalándola con un carro blindado. Nuestra resistencia fue mantenernos dignxs, no había posibilidad de enfrentamiento, no queríamos exponer al compita que poco y nada entendía que estaba pasando. El asalto lo realizaron los bastardos del ERTA (Equipo de Reacción Táctica de la Policía de Investigaciones), quienes festinaban con cada golpe o insulto que nos propinaban. Ningunx de nosotrxs se mostro intimidadx o imploro compasión, nunca derrotadxs, además esto recién comenzaba.
Luego fuimos trasladados al cuartel de la BIPE (Brigada de Investigaciones Policiales Especiales) y mientras los bastardos hurgueteaban por todos los rincones de nuestro hogar, nos dimos cuenta que no éramos lxs únicxs detenidxs. Tambien nos enteramos que solo algunos tenían orden de captura y que no lograban encontrar a Gabriela, a quien esperaban atrapar en la Sacco. Mis deseos eran que la compañera no fuera encarcelada, a pesar de que eso implicaría no verla por quizá cuanto tiempo mas.
La Sacco fue el único Centro Social Okupado que aparte de ser allanado fue clausurado, y el cual para asegurarse de que no volviera a ser re-okupado, mantiene hasta el día de hoy vigilancia policial. A pesar de esto pudimos recuperar algunas cosas, muy pocas, pero sacamos la mayor cantidad de libros que alcanzamos en medio de los forcejeos con los bastardos.
De quienes fuimos detenidxs en la Sacco solo un compa quedo en prisión, Felipe Guerra. Lxs demás fuimos soltadxs porque no habían cargos prefabricados para nosotrxs. La compañera Gaby hasta hoy sigue prófuga a causa de los insultantes cargos de la fiscalía.
Ese mismo día 14 allanaron la casa de al lado de la Sacco, de ahí sacaron al farsante ser que mantenía tratos con la policía. Ese hombre a quien le encontraron un túnel de varios metros en el lugar que habitaba, gozaba de privilegios otorgados por el Poder a cambio de entregar todo tipo de información de sus “vecinos”, incluso lo mantuvieron resguardado y lo ayudaron a escapar y esconderse producto de las amenazas en su contra. No nos extrañan las artimañas del Dominio, que a costa de todo, buscaban encontrar algún responsable para mostrarlo ante la opinión pública.
En estas fecha se hubiese cumplido una década de Okupación, y desde el encierro extraño mas que nunca a las personas, las charlas, cada momento y cada instancia, pero rescato la ideas, las practicas y lo que significo para mi esta casa, este hogar, este dolor de cabeza de los poderosos, que siempre se planteo en contra de la Autoridad. El enemigo intentara callarnos, pero nosotrxs mantenemos la memoria intacta.
Honor al compañero anarquista Mauricio Morales.
Por la multiplicación de los espacios Autónomos y Antiautoritarios.
Gabriela Curilem y Diego Ríos, ¡presentes!
¡Presxs a la Kalle!
Mono.
Prisionero de Guerra
Orgulloso integrante del CSO y Biblioteca Sacco y Vanzetti.
Mediados de enero de 2012.
SMS – UEAS (Sección de Máxima Seguridad – Unidad Especial de Alta Seguridad).
[1]: El Red Scare, en similitud con el Green Scare en que el FBI inicio una persecución contra personas con ideas de liberación animal y de la tierra, con arrestos y procesos, mantenía un hostigamiento contra personas que sostenían ideas comunistas y radicales que influían en la sociedad.
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