La madrugada del miércoles 21 de diciembre de 2011, hemos incendiado un par de cajeros automáticos en la ciudad de La Paz, en uno de los barrios acomodados del sur de la ciudad. Llevando a cabo todos los pasos de forma conjunta y organizada para que nuestros ataques vean el fuego del éxito, hemos usado mezclas químicas de Napalm, una carga incendiaria y las mechas necesarias para encender la destrucción del capital y nuestro saludo a lxs guerrerxs antiautoritarixs.

Esta acción llevada a cabo en coordinación con la Célula Incendiaria Solidaridad, es nuestra forma de salir a las calles y propagar la lucha ante el llamado de Conspiración Células de Fuego: “desde Indonesia hasta Chile”.

Haber incendiado un par de cajeros automáticos es un ataque que para nosotrxs trasciende el simple daño material; éstas nuestras acciones significan desde un ángulo, un ataque directo a una de las sedes del capital: las instituciones bancarias. Quemarlas significa un sabotaje anarquista al tótem dinero y un desprecio a los valores sociales asociados con un bienestar puramente material (económico) y así, un ataque al poder.

Pero en esta ocasión significa sobre todo, un mensaje de fuego para todxs lxs compañerxs presxs y aquellxs que enfrentan a la “justicia” en Grecia, Chile, Indonesia y en cada uno de los senderos en los que el poder se ha sentido herido y busca vengarse.

Mostrando solidaridad con lxs presxs políticxs como siempre hemos hecho lxs anarquistas: desde la acción; saludamos con aplausos el intento de fuga de los compañerxs de Conspiración Células de Fuego en Grecia. La lucha anticarcelaria cobra potencia con el motín como estrategia. Desde afuera nosotrxs estamos atentxs, listxs para apoyar estas muestras de confrontación al control, listxs para llevarlas a cabo también. Su valor nos anima en esta revolución anarquista.

Las jaulas de la “democracia” son la muestra clara de los valores sociales de castigo, aislamiento y omisión que usan los países “civilizados” contra quienes se atreven a cuestionar las normas del poder, la autoridad, la jerarquía y la dominación. Son la representación física del dominio, y de la mitificación de los sistemas democráticos que niegan toda crítica, rebeldía e insumisión ocultando, encerrando y negando la libertad a quienes no aceptan sus reglas de vida consumista y esclava. Pero las cárceles al mismo tiempo muestran la convicción de la sociedad en torno al castigo y la reclusión, las denuncias mismas, la búsqueda de la prisión ante cualquier tipo de “ofensa” muestra cuán hondo ha calado el sistema penitenciario en la mentalidad de las personas que han perdido la autonomía de la solución de sus propios problemas. En estas ideas y prácticas de poder que buscan negarle la libertad a alguien, radica una de las peores formas del dominio.

Desde aquí, buscamos con nuestra acción, destrozar parte de esos valores: Mostrando solidaridad con lxs compañerxs presxs y al mismo tiempo atacando una arista del poder económico, materialmente con fuego y uniéndonos con el  arma más fuerte de la lucha antiautoritaria: la solidaridad