La capital de Rusia experimentó 11 incendios de coches de lujo, así como se atacó el estacionamiento del departamento de policía donde se dejó dos patrullas de la policía incendiadas. Aunque ningún grupo anarquista en concreto se hizo cargo de esta reciente serie de incendios provocados, la policía y los medios de comunicación ya los han atribuido a anarquistas, al igual que con frecuencia (a veces injustamente) ha pasado esto en Rusia.

La amplia aceptación y la mímica de las tácticas de acción directa anarquista entre la población ha llevado al gobierno a distintas represiones contra el movimiento e incluso a hacer algunos «arrestos ejemplares».

 Aparte de las recientes detenciones de cuatro presuntos anarquistas y un activista de ABC, los medios corporativos informan de dos hombres (quienes ambos cumplieron condenas en las prisiones rusas) capturados durante uno de los intentos de incendio, aunque su parte es sospechosa como la mejor: La policía rusa tiene un largo historial de obligar a los ex presos penales a que cooperen en el encubrimiento de los crímenes sin resolver,

cuando las personas ya condenadas por un delito son «persuadidas» a declararse culpable de otros crímenes.

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