Nota compartida desde Acción Anarquista |
El siguiente texto nace ante la noticia del suicidio de un joven de 19 años en la cárcel de Chillán, donde se encontraba tras ser trasladado desde San Carlos enfrentado el cargo de “robo con intimidación” (noticia en la prensa burguesa).
Tras este hecho, se nos hizo necesaria la reflexión y el enérgico repudio hacia las cárceles como forma de mantener en orden un sistema basado en la desigualdad, donde su mejor negocio es la delincuencia, la que se produce ante las faltas de oportunidades, ante la intensa manipulación violenta del sistema por sus medios de comunicación, llámense televisión o espectáculos donde incitan al ser humano a la violencia entre sí. Entendamos el robo como una forma de obtener aquello (que nosotros/a mismos/a producimos) que el sistema nos niega por no tener el dinero necesario ya que no tenemos el trabajo (digno) ni la profesión para conseguirlo, llámese comida u objetos materiales, que el mismo sistema nos enajeno a tal nivel de sentir la necesidad por los objetos más que por las personas y así crear en nosotros/a el materialismo.
Dicho joven de 19 años si bien se suicidio, el motor de esto, fue su confinamiento por “robar” (tal vez recuperar a los verdaderos ladrones) y no solo la estructura carcelaria, la que desde ya busca ubicar a la sociedad capitalista como una sociedad perfecta y quien niega sus leyes burguesas debe ser encerrado y aislado de dicha sociedad, sino también el sistema como forma de autoridad dominante manifestada por el Capital, el Estado, las cárceles u otras formas de imposición de desigualdad violenta. A modo de difundir la lucha anticarcelaria, les dejo la entrevista a Mauricio Morales, quien antes de morir en su lucha, se refirió a las cárceles, click: acá y aquí. ¡Fuego a la cárcel, fuego al Estado, fuego al Capital, ni un muerto más será olvidado, ni menos silenciado, una vida de lucha!
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