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Actualmente la experimentación, en nombre de la ciencia, se hace en animales, pero a lo largo de la historia de la humanidad la experimentación no solo se realizo en animales sino en humanos, en la sociedad contemporánea existe algo llamado «ética» donde no se permite y se niega en la historia la experimentación en humanos, algunos ejemplos en la historia de la experimentación en humanos consistieron en experimentar materiales radio activas para comprobar sus efectos terapéuticos, por ejemplo en inyecciones de plutonio, los cuales fueron realizados de forma secreta a partir de 1944 en Boston y otras ciudades norteamericanas. Entre 1945 y 1949, 820 mujeres embarazadas de bajos ingresos económicos recibieron dosis de hierro radiactivo en la Universidad de Vanderbilt. En 1963, 131 presos de los Estados de Oregón y Washington recibieron 200 dólares cada uno por dejarse exponer a radiaciones en los testículos que eran cien veces superiores al máximo permitido al año para los trabajos de las centrales nucleares. Y en 1949, los Institutos Nacionales de la Salud introdujeron pequeñas dosis de radio actividad en el desayuno de niños con retraso mental de una escuela de Waltham, en Massachusetts, para comprobar cómo se producía la absorción del hierro por el organismo. La unidad 731 era una sección secreta del ejército imperial japonés durante la segunda guerra mundial. Además de los campos de exterminio donde millones de personas, principalmente judíos, fueron asesinados, los nazis realizaron muchos otros experimentos con una pretendida finalidad científica. La Vivisección es una práctica cruel con animales vivos utilizados para experimentar distintos productos que nos suele imponer la sociedad consumista donde los únicos beneficiados son: *Las universidades, hospitales e industrias privadas que reciben millones en dinero de los impuestos cada año en forma de fondos para la investigación para financiar la experimentación en animales. Las estadísticas dicen que de los animales utilizados para la vivisección, aproximadamente el 60% son destinados a pruebas de cosmética, el 30% a pruebas militares y un 10% para medicina. Y esto sin tener en cuenta las prácticas que se realizan en algunas facultades y los experimentos llevados a cabo por la industria tabacalera. En el campo de los productos cosméticos los animales son sometidos a innumerables pruebas y experimentos para determinar la seguridad de estos productos, de aseo personal y limpieza. Espumas de afeitar, champús y dentífricos son introducidos a presión en el estómago de los animales; les hacen inhalar tintas para el cabello; sustancias volátiles son rociadas sobre piel y ojos al que le llaman -test Draize- Otras pruebas, como la de la dosis letal, causan terribles heridas e inclusive la muerte. En ocasiones, estos experimentos se ocultan tras leyendas como: “clínicamente testado” o “testeado bajo control dermatológico”. Los experimentos militares van dirigidos más que nada a probar los efectos de gases venenosos, efectos de la descompresión, daños por armas explosivas, quemaduras y radiaciones, ya que evalúan sobre el terreno las armas nuevas y las técnicas quirúrgicas. Se utilizan más que nada caballos, cerdos y ovejas. La industria tabacalera, más que nada utiliza la experimentación en animales, para probar la toxicidad de la nicotina y el alquitrán antes de lanzar al mercado diversas clases de cigarrillos. Los experimentos rondan entre forzar a perros a fumar el humo de los cigarros para comprobar los efectos del tabaquismo en el funcionamiento sexual, hasta administrar nicotina a ratas, vía intravenosa, de manera constante. En cuanto a la medicina, los experimentos son efectuados con supuestos fines de avances científicos para mejorar la salud humana. En Uruguay, la vivisección se practica en el Instituto Pasteur de Montevideo, fundado en el año 2006, dependiente del instituto del mismo nombre en Paris, Francia. En el Instituto de Investigaciones Biológicas “Clemente Estable”. Así como la Dirección de Laboratorios “Miguel C. Rubino” y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, ambas dependientes del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Estos se encargan de promover la innovación científico-tecnológica del sector agropecuario uruguayo y contribuir a la sustentabilidad de la producción agropecuaria. Los mencionados institutos poseen sus propios bioterios, en los cuales crían los animales con los que posteriormente llevarán a cabo sus experimentos. En el ámbito educativo, la vivisección es practicada en la Facultad de Medicina, Veterinaria, Agronomía, Ciencias y Química estas facultades cuentan con sus propios bioterios o centros de tortura. Proponemos ser críticos, saliendo del comodismo de aceptar todo lo que se nos impone… Los animales en el laboratorio mueren bajo los peores tratos y torturas, tras un régimen autoritario, que bajo ”normas de moral» y ”códigos éticos” nos enseñan que ellos/as torturan por nosotros/as, por nuestro «bien»… Como individuos en general; estamos en contra de la sociedad de consumo proponemos abolir toda dominación que el sistema crea a costillas de todos animales humanos y no humanos, Denunciamos a todos los centros que en nombre de la ciencia son complices de la tortura en todas las instituciones que sostienen y fomentan este tipo de dominación. Su liberación forma parte de nuestra liberación.. |