CARTA DESDE PRISIÓN DEL ANARQUISTA PANAGIOTIS MASOURAS ACUSADO POR EL “CASO” DE LA CONSPIRACIÓN DE LAS CÉLULAS DE FUEGO
«De todos modos, todo lo que pasó antes del juicio, las transmisiones de la legislación y las condiciones de detención, nos han dejado en claro que no estamos lidiando con un procedimiento legal, sino que la justicia estaba movilizándose como un medio de guerra. En realidad lo que les interesaba era exterminarnos políticamente. Y contra esto no podemos defendernos con los medios legales, allí debemos actuar políticamente. »
Irmgard Möller
El 17/1/2011 se inició la corte marcial especial dentro de las cárceles de Koridallos.
La autoridad judicial y ejecutiva, desde el inicio del procedimiento había dejado claro que no están dispuestos a dejar a sus dirigentes totalitarios expuestos a quien se atreva a cuestionarlos.
Su consejo de guerra, intentó aislar a sus enemigos anti-régimen del movimiento de solidaridad que quería estar apoyándolos. Se trató de despolitizar, degradar, y de amputar la calidad de intercambio que caracteriza a la solidaridad.
A parte del aislamiento que se intenta, lo que se distingue mas perceptible que nunca es la penalización del mañana entre las relaciones de compañerismo y amistad.
Desde el fotocopiado de la información y la retención de las tarjetas de identificación de aquellos que vienen a observar el procedimiento como una condición necesaria para entrar en la sala del tribunal, a la táctica directa y viciosa de registro de los compañeros, con fotografías que terminan en los cajones de la D.A.E.E.B. (Dirección de Reconocimiento de Delitos Especiales de Violencia)
Todo esto estructura un plan estratégico del régimen y de los mecanismos capitalistas, que tienen como objetivo la consolidación y la aceptación de estas condiciones, objetivos claros ya en la difusión de un clima de terrorismo sobre todo aquel que considere esto como necesario para seguir en la lucha al lado de los rehenes políticos.
El sector de la justicia es utilizado siguiendo e imponiendo las órdenes de las fuerzas de seguridad pública. La estructura de las autoridades co-dependientes establece claramente la elección del mecanismo estatal, que intenta exterminar legal, ética, pero sobre todo, políticamente a los revolucionarios. Esta estratégica anti-revolucionaria completa un total ataque que intenta «tapar» a los opositores políticos para lograr, sin obstáculos, nuestro exterminio.
La condición anterior actúa como un catalizador para que nos demos cuenta y valoremos la necesidad de una posición que nos va a asegurar que un chantaje más del régimen sería recibido como prohibido de nuestra parte.
Fue esta condición específica, donde los 6 acusados en prisión, después de una discusión que tuvimos, decidimos juntos, en plena conciencia y claridad, nuestra elección. Si los jueces siguen insistiendo en el establecimiento de esta medida fascista, abandonaríamos el procedimiento negando su legalización, exponiendo a nuestros abogados a la misma vez también.
Hasta que esta medida fascista cambie y el carácter público de este juicio político esté garantizado, llegamos a la conclusión de que para nosotros volver sería al menos impropio, tanto hacia nosotros mismos, como hacia los compañeros que aparecieron en solidaridad para apoyarnos.
Por razones de consistencia política y para evitar la aceptación ética, abandonamos la sala a través de nuestros abogados, como los compañeros presentes se dieron cuenta.
En este punto sería importante hacer algunas aclaraciones en relación al total de las personas que «participan» en este juicio.
En este procedimiento, somos individuos con diferentes posiciones políticas, expansiones teóricas, diferentes líneas de defensa, diferentes relaciones personales.
En este juicio, hay dos miembros encarcelados del R.O. C.C.F., pero también hay otros prisioneros que niegan los cargos que nos fueron atribuidos.
A pesar de ello, nos reunimos exigiendo lo obvio, descubriendo así una comunidad en los marcos de la solidaridad y el compañerismo.
La decisión común que tomamos, ya que a pesar de que seamos individuos diferentes tenemos un denominador común: la oposición práctica y la conflictividad con los integrantes de la corte.
Ésta no fue, tampoco una decisión entre los miembros de la organización, sino un acuerdo entre las personas con un fundamento, de conciencia e integridad. Se trata de un acuerdo basado en la sensatez conciente y política, contra el chantaje de este régimen totalitario.
Esta posición colectiva significa la definición de los fundamentos prácticos teóricos y políticos, que dividen a la posición clara y responsable de la política camaleónica.
Debido a que la «evidencia» que me involucra en este caso es inexistente y los escenarios de la policía antiterrorista arbitrarios, es un hecho que si aparezco en la sala del tribunal el porcentaje de éxito de mi liberación habría sido prácticamente alta y razonable.
Aunque hay cosas que me toquen hasta el hueso, no estoy dispuesto a firmar un contrato que me asegure un trato más favorable por parte de la autoridad, porque si tengo alojamiento dentro de mí para una sola fe, es para la lucha.
Para mí, la consistencia y la continuidad de la lucha, así como mi rechazo a aparecer en su corte marcial, son un acto más de la readopción de la memoria del pasado, la consecuencia del presente y la dignidad en la duración del futuro.
Mis posiciones políticas, no me permiten caer en un régimen más o en un chantaje de “lucha”.
No doy ni un paso atrás, encontrándome en la práctica de la disputa revolucionara.
Sé que el estado persigue a sus enemigos como un perro furioso. Como un preso político, aunque yo no tenga nada que negociar.
Declaro que no apareceré en su corte marcial especial hasta que esta medida fascista cambie.
Si ellos me esperan para legalizar el aislamiento de los presos políticos en los tribunales militares, y para realizar las próximas persecuciones a los compañeros, tengo una cosa que decir:
REVOLUCIÓN SIGNIFICA ALTRUÍSMO.
El que no sonríe frente a un acantilado, por desgracia, ha calculado la altura e, inevitablemente, la ha definido.
Hasta que nos volvamos a encontrar, hasta el final, hasta la liberación
Viva la lucha subversiva! Viva la Revolución!
Panagiotis Masouras
preso político
1º Ala, Koridallos
Febrero, 2011