El miércoles 14 de agosto, una vez finalizada la marcha en memoria del asesinato de una persona a manos de la policía en las movilizaciones estudiantiles de 1968, las fuerzas represivas se desplegaron en diferentes operativos persiguiendo a personas que habían participado de ésta, debido a los enfrentamientos que se produjeron en el ataque con pedradas al Banco Comercial y a una sucursal de McDonals en calle 18 de Julio.

Además de ataques a la policía con pedradas, bombas de pintura y bombas molotov, fueron atacados a pedradas unos cajeros automáticos del Banco Comercial, Centro Militar, y de rayados al Ministerio de Desarrollo Social con «Minería muerte» y «Policía asesina». También pusieron «Fuego al capital» en un local de préstamos y en la ventanal del restaurante Mc Donald’s, con el agregado «Mapuche resiste» y un símbolo de los anarquistas.

En la esquina de Cerro Largo y Tristán Narvaja, y luego de un seguimiento de dos infiltrados policiales, fueron detenidos dos compañeros por el Departamento de Operaciones Especiales (DOE), quienes pasaron la noche en la Seccional 3ª, y a las nueve de la mañana del siguiente día fueron trasladados al Juzgado de Bartolomé Mitre y Buenos Aires donde se les tomaron las declaraciones. Cerca de las siete de la tarde fueron trasladados a Jefatura y a las nueve de la noche estaban afuera.

Ambos fueron procesados sin prisión por la jueza Julia Elena Starico Campodonico, con el cargo de “daños» agravados por «exposición pública de los bienes dañados” con tres meses de tareas comunitarias, dos veces por semana.

No hay duda alguna de que lo que se está condenando no es el hecho de participar de una marcha, sino que más que nada se busca generar miedo, dar una lección a todos aquellos que no aceptan las condiciones de vida impuestas por los poderosos y los explotadores.

En las calles está la lucha, solidaridad con los que pelean en cualquier parte del mundo.

¡Tocan a uno, tocan a todos!
Videos: