Durante la audiencia del día jueves 2 de agosto, declaró una testigo de la defensa de Luciano. Se trató de una perito bioquímica que analizó la bomba del Tortuga, asegurando que era de muy bajo poder, y que sólo era «para llamar la atención», esto debido a que la pólvora negra no es para causar destrucción, sino que para causar mucho ruido y una iluminación bastante potente. Según ella, las bombas con alto poder destructivo usarían explosivos más potentes, como el TNT o la dinamita. Además, analizó que los restos de tetril (sustancia que aumenta la potencia de una bomba) encontrados en el lugar de la explosión jamás existieron. El tetril no se fabrica desde la 2ª Guerra Mundial debido a que es muy inestable (explota con facilidad). Según la perito, la policía realizó mal la calibración y limpieza del Movil Tracer (máquina que detecta trazas de explosivos), y por ende la máquina arrojó un falso positivo.
Debido a esto, la parte acusadora pidió citar para el día siguiente a una perito de la policía que ya había declarado en el juicio, para revisar y analizar el tema del informe fallido sobre las trazas de tetril.
En la audiencia del día viernes 3 de agosto, lxs jueces invitaron a las dos partes (persecutorxs y defensa) a debatir sobre una posible recalificación del delito sobre infracción a la Ley Antiterrorista, recalificándolo sólo como infracción a la Ley de Control de Armas y Explosivos, arriesgando como máximo 8 años de cárcel. Analizando el caso esto sería bastante probable, y de ser así, la recalificación sería durante los alegatos de clausura que tendrán lugar el día de mañana (6 de agosto).
Esta etapa no durará más de un día, por lo que el juicio contra Luciano terminará el 7 de agosto, cuando los jueces darán a conocer su decisión.
Ante cualquier sentencia, solidaridad siempre.
¡Viva la anarquía!