A 11 años de la batalla de Génova, la herida sigue abierta.
REIVINDICAMOS:
UNA PEQUEÑA VENGANZA, INCAPAZ DE COMPARARSE AL DOLOR QUE SENTIMOS…
En la madrugada del pasado
25 de julio de 2012, un poco tarde, escribimos con spray en la fachada de cristal de una oficina de recaudación de multas de la ciudad de Pontevedra «POLICÍA ASESINA – GÉNOVA NO OLVIDA» junto a una A circulada. Además, dos cajeros automáticos fueron saboteados atacando la pantalla, primero rota con un martillo y después rociada con pintura negra para «cegarla» y evitar que pueda ser utilizada. Estos sabotajes a cajeros se suman a los que ya tuvieron lugar últimamente en esta misma ciudad y en los que al menos 4 mas fueron jodidos a golpes y, por desgracia, ya reparados (ya nos encargaremos de romperlos de nuevo).
Queremos dedicar esta pequeña muestra de solidaridad y rabia antes de nada a nuestro compañero Carlo Giuliani, asesinado por la policía italiana en el transcurso de las batallas que tuvieron lugar en las calles de Génova del 20 de Julio de 2011, con motivo de la cumbre que el G-8 realizó allí. En segundo lugar, queremos enviar un abrazo y nuestra fuerza a las y los compas que fueron recientemente condenadas y condenados a varios años de cárcel, por su participación en las mismas protestas en las que Carlo perdió la vida. A aquellas que ya están en la cárcel, ¡ÁNIMO COMPAÑERAS! A aquellas que se encuentran en paradero desconocido, ¡VOLAD LEJOS! A aquellos que esperan la resolución de su recurso, ¡MUCHA SUERTE!
11 años después, nadie fue condenado por matar a Carlo, nadie pisó el talego por las torturas de la Escuela Díaz, nadie buscó responsabilidades políticas ni justicia, ni tan siquiera nosotrxs, porque sabemos bien que es inútil y además, nos da asco la idea de rebajarnos a jugar en vuestro tablero. Nuestra justicia es seguir en pie de guerra, porque vuestro diálogo institucional y vuestra legalidad son el escenario que mantiene la paz social que nos ahoga bajo la mentira del «bienestar», un decorado que queremos hacer pedazos porque en él ya no caben nuestros sueños, ni nuestras vidas, esas vidas que estáis saqueando impunemente, que reducís a cifras, a ganancias y pérdidas, a mercancía, y que destruis sin piedad cuando deciden plantaros cara.
Volveremos a atacar, porque estamos entendiendo que no hay nada que nos dé más miedo que aquello que se nos viene encima si no hacemos algo urgentemente por acabar de una vez con este sistema y con el mundo que su economía asesina ha creado para sostener los privilegios de unxs pocxs que simbolizan la miseria del resto. Esto es mucho peor que la más cruel de las sentencias.
Tenemos una guerra declarada contra el Estado y el Capital, y contra la pasividad, la apatía, el miedo y el aburrimiento que día a día consumen nuestros corazones mientras esperamos a que por ciencia infusa llegue el momento adecuado para asaltar el cielo.
Carlo, no te olvidamos ni a tus asesinxs tampoco.
¡¡MUERTE AL ESTADO Y AL CAPITAL!!