Desde Uruguay recibimos este texto donde se incluye las oratorias de los distintos grupos anarquistas/anti-autoritarios referente al 1° de Mayo.
Oratoria del acto del 1ro de Mayo de Voces contra el Capital.
Otro año más, otro primero de Mayo nos encuentra como expresión antiautoritaria en la calle. Otro año más el Estado, los medios de comunicación y los tan ilustrados dirigentes sindicales afiliados al PIT CNT han logrado parcialmente borrar el contenido de esta fecha de conmemoración disfrazándola como una “fiesta del trabajo”, donde patrones y empleados alienados se dan las manos para poner una soga más a los explotados, una soga que no se diferencia en nada a la soga que ayer asesinó a los individuos que hoy recordamos.
En el día de hoy no sólo recordamos a los tan famosamente recordados mártires de Chicago. También recordamos a los muertos más recientes, a esos anónimos que día a día luchan en cada rincón del mundo por su propia liberación y que no están en ningún libro de historia ni salen en la televisión.
Pero vayamos a la fecha histórica, vayamos a aquel 1886 para recordar también que fueron las ideas anárquicas las que inspiraron a esos individuos a rebelarse contra la opresión y la explotación reinante en ese momento de la historia.
Fueron las ideas anárquicas las que inspiraron y dieron fuerza a los revoltosos del Haymarket. Fue la acción directa violenta la que despertó el sentimiento iracundo de aquellos individuos que sentían que su vida estaba siendo robada. Fueron esos hombres y mujeres los que se dieron cuenta que el trabajo no dignifica en nada la vida, sino que la embrutece y la termina alienando.
La misma ira de ayer es la que hoy hace que los explotados se levanten nuevamente contra ese gigante llamado capitalismo que desgraciadamente desde hace muchos años tiene como aliado a la burocracia, a la aristocracia obrera y al consumo enfermizo del rebaño que hoy conforma esta sociedad.
Desde esta plaza nuestra intención es querer saludar a todos los compañeros de alrededor del mundo que con sus fuerzas, con sus capacidad de organización, con sus actividades, son sus encuentros, con sus bombas, con sus acciones, con su propaganda, con sus libros, con todos los métodos consecuentes no hacen otra cosa que aportar a la lucha por la libertad y realización individual.
Es por esos que nos solidarizamos con los compañeros prófugos y encarcelados por el Estado fascista de Piñera en chile, nos solidarizamos con los compañeros presos en Argentina, con los anarquistas presos en Perú que participan activamente en la resistencia a la minería en la región de Cajamarca. Nos solidarizamos con los compañeros insurreccionalistas en México que recientemente alguno de ellos ha sido encarcelado. Hoy nos solidarizamos con los anarquistas buscados y acusados de terroristas por parte del Estado Boliviano y con el movimiento anarcosindicalista venezolano que sufre las consecuencias de la represión por parte de la dictadura chavista.
También es importante hacer mención sobre la situación de represión que vive el movimiento anarquista en Italia. Allanamientos, secuestro de compañeros y torturas son moneda corriente en ese país en la actualidad, represión que también vive el movimiento en España, en Francia y en otras regiones de viejo continente.
Capítulo aparte es también la situación de represión al movimiento anarquista en Grecia, principalmente a los presos que se identifican con el proyecto Comando Células del Fuego y los compañeros de la organización Lucha Revolucionaria.
También hoy saludamos al preso anarquista Gabriel Pombo Da Silva encarcelado en Alemania, único preso que se planta ante la obligación de trabajos forzados a los que son sometidos los reclusos ya que entiende que trabajar es ser esclavo.
El movimiento anarquista históricamente ha puesto su cuerpo al servicio de la liberación total, liberación que muchas veces no es entendida y compartida por la sociedad.
Corren tiempos difíciles donde muchas veces los explotados forman parte de esa masa cómplice de los gobiernos hambreadores y asesinos.
El año pasado la consigna del afiche que nos convocaba al primero de Mayo hacía referencia a la necesidad de levantarnos, de potenciar nuestra lucha y en ese camino algunos compañeros se pusieron a trabajar. Fue así que se comenzó a trabajar en la denuncia de los tan mencionados megaoperativos en distintos barrios de Montevideo.
Carteleras, afiches y juntadas en plazas para repartir volantes fue parte del trabajo que se realizó en ese momento y ahí estaban los anarquistas, poniendo lo poco que tenemos al servicio de la gente.
Ese trabajo continuo incluso después de la marcha al Ministerio del Interior que terminó con algunos incidentes con la policía y con algún que otro compañero herido de bala. Luego de esa actividad fueron muchas las críticas por parte de algunos individuos que entendieron en ese momento que la reacción ante la represión policial debía de haber sido otra.
¿Yo me pregunto cuál?
Me pregunto cómo se actúa ante el trabajo de Inteligencia que día a día viene desarrollando el Ministerio del Interior a una parte del movimiento anarquista.
Me pregunto cómo se debe de actuar con los comunistas y no hablo solo de los afiliados al PCU que en las marchas en las que muchas veces nos cruzamos no hacen otra cosa que armarnos un cordón de seguridad y fotografiarnos.
Me pregunto cómo debemos actuar ante el señalamiento de algunos individuos que nos identifican como infantilistas cada veces que se produce un choque con la policía o con algún manifestante que quiere que todo se desarrolle en forma normal.
Algunos individuos luego de varias discusiones hemos encontrado respuesta a esta última pregunta.
Y la respuesta es bien clarita. Cada uno por su lado desarrollando el trabajo que cada uno entiende que debe llevar adelante de la forma que mejor entiende debe de ser ese trabajo.
Algunos individuos entendemos que el concepto de unidad que nos quiere explicar el sector denominado como “ultra izquierda” nada tiene en común con nosotros, con nuestros principios y con nuestra práctica. No nos interesa en nada la construcción de estructuras permanentes que se mantengan en el tiempo. No nos interesa nada la unidad a la fuerza ya que entendemos que la unidad por la unidad es parte de la contaminación histórica que ha sufrido la izquierda históricamente. Nosotros no creemos en programas fijos. Si creemos en la acción concreta en la calle, en el centro de estudio, en el lugar de trabajo, pero no en una única línea de acción, no una única forma de hacer las cosas. Respetamos todas las formas organizativas y también queremos que se respete nuestra acción directa cotidiana.
En este último tiempo nos ha tocado charlar con muchos compañeros que se suman a la pelea y lo primero que nos preguntan es a que organización política pertenecemos. Y lo primero que les contestamos es que no pertenecemos a ninguna organización.
Les explicamos que entendemos que la mejor forma de organizarse es bajo el concepto de afinidad, de respeto, de conocimiento del individuo que tenemos al lado nuestro luchando por la misma causa. Y muchas veces esos compañeros nos preguntan si esa forma de organizarse para la acción no es individualista. Y les contestamos que no ya que nosotros no estamos aislados, no nos encerramos en un gueto sino que trabajamos en forma asociativa con nuestros pares dentro de la comunidad social y entendemos también que el individuo puede ser suficiente por sí mismo y que no necesita de una organización con sede, siglas y afiliados para luchar.
Sin ningún miedo podemos afirmar que muchas veces algunos compañeros están confundidos, producto de las condiciones de vida en las que nos toca luchar.
No es fácil luchar con hambre, contando monedas todos los días para poder comer un plato de arroz o de fideos, pero eso no puede dar lugar a confundir el significado real de algunos conceptos teóricos de los cuales aprendemos su significado real cada vez que los desarrollamos en la práctica.
Algunos individuos entendemos que la mejor organización es el movimiento de las ideas en la calle, es la acción directa, es ahí donde hacemos real los conceptos teóricos, es ahí donde las ideas se aclaran, es en la calle donde las ideas se hacen movimiento real. No nos oponemos a los compañeros que se organizan políticamente como anarquistas, esa es su decisión, es su acción práctica luego de una conclusión. No somos nadie para decirle a la gente como se tiene que organizar.
Pero también decimos hoy, que nadie nos debe decir ni obligar a nosotros a organizarnos políticamente como antiautoritarios. Y es necesario también decir que elegimos estar acá, solo en esta plaza, con nuestras contradicciones, con nuestros errores y nuestros aciertos y no en el acto del PIT CNT, no en la explanada de la IMM donde también participaron anarquistas consecuentes.
Pero también debemos decir que en el acto de la explanada participó gente que lo único que quiere es figurar políticamente, jugar al candidato alternativo para las elecciones próximas, canalizar la rabia y acumular fuerzas para ser diputado o cenador. Nosotros elegimos estar acá respetando al individuo bien intencionado que concurrió al acto de la explanada municipal, pero no por eso no podemos dejar de decir que el oportunismo en más de una oportunidad actúa en ese tipo de actividades, se infiltra entre los explotados. Y el oportunismo es el marxismo, es el comunismo, son las ideas fuerza, es la imposición de pensamientos y acción.
De algo podemos estar seguros. Podemos llegar a equivocarnos muchas veces, pero siempre intentaremos estar al servicio de las luchas sin arrepentimientos, desarrollando la acción directa en cada oportunidad. Siempre desarrollando la horizontalidad como forma de acción, siempre aportando a nuestra liberación como individuos, digan lo que digan y hagan lo que hagan siempre estaremos trabajando y fomentando la idea de una sociedad sin gobierno, sin Estado y donde no exista ningún poder, ni poder burgués ni poder popular.
Siempre en la calle, contra toda autoridad y en solidaridad con los que luchan.
¡Viva la anarquía!
Oratoria del acto del 1ro de Mayo del Círculo Anárquico Villa Española, Malvin Norte y afines
Compañeros, si logramos complicarlo todo, complicarnos, complicar las cosas…
Si logramos que en este tiempo todo parezca desvanecerse, si conseguimos que el rumbo general de la vida cambie su curso. Si la tempestad trae agua al árido suelo en el que pisamos, si la flor de la libertad se impone por fin al asfalto.
Será que el verdadero y más puro cambio, el cambio individual, la torcedura a nuestra vida, que cada llama personal intensificada dio la mano a la llama de otro, será que nuestra furia se ha contagiado, que la rebelión se ha contagiado.
Será que la torre del Estado democrático fascista ya no vigila a nadie.
Si logramos complicarlo todo, si conseguimos ser tan libres como nuestros cuerpos recuerdan, como nuestros espíritus sueñan y nuestros deseos claman. Si la tempestad tira los cables eléctricos y las sombras le pertenecen de nuevo a la tierra. Si el amor triunfa y en vez de confundir seduce.
Será que hemos por fin despreciado este vivir, despreciado a los mercenarios que de azul, de verde o gris intentan domesticarnos. Será que el poder se ha convertido en un recuerdo.
Si logramos complicarlo todo, si logramos complicar nuestras vidas a tal extremo que el atrás este adelante, si entre libertad o cualquier cosa la decisión se hace clara, fuerte y huele a inevitable. Si sabemos por fin golpear, si aprendemos por fin a golpear donde les duele.
Y los patrones vuelven a temer a sus empleados, si cae por fin el orgullo de ser esclavos, habremos recién empezado…
Los anarquistas tenemos un puño firme y una voluntad certera.
Hemos sabido oler el germen autoritario de estos inmundos izquierdistas que ahora mandan y los hemos enfrentado.
Queremos la autoorganización social, el ataque continuo a los patrones, políticos y demás capitalistas acompañados de sus mercenarios y el ejército de posibilistas que abandonaron sus sueños en bares o esquinas.
Los anarquistas tenemos una voluntad firme y un puño certero.
Queremos y ponemos en práctica una economía autoorganizada y que no lleva a la muerte al planeta.
Queremos y ponemos en práctica un mundo digno donde nadie tenga que nacer para obedecer.
Complicarlo todo significa pensar, sacar lo mejor de nosotros mismos, hacer un parate en la vida y ver que es lo que más nos conviene, que es lo que realmente queremos.
Si la tempestad se nos hermana.
Si la conjuramos y responde.
Si logramos complicarlo todo.
Si nos complicamos más y más,
Será que hay anarquía, libertad.
Anarquía es amor sin posesión, la vida cuando se desborda.
Libertad es el corazón salvaje, el ser indomables.
Si logramos complicarlo todo, si atacamos con fuerza, recién habremos empezado a dejar los sueños en alto, recién habremos empezado a vivir, a torcer la realidad…
Nos veremos por fin como iguales y libres.
Compliquémonos entonces, hagamos que vivan nuestros sueños, que viva la anarquía…
Nosotros, los anarquistas.
Nosotros, los anarquistas, somos una fuerza que se ha opuesto, se opone y se opondrá siempre a todo poder, a todo orgullo de esclavo, a todo vendido, a todo aquel que mira para otro lado cuando las cosas piden que hay que estar ahí…
No nos van a ver en actos encubiertos de gobierno con la vil excusa de llegarle a más gente. Pero tampoco nos van a ver en actos de falsa oposición guiados por el miedo a quedar solos. Los sindicatos no son una fatalidad que estamos obligados a aceptar, reivindicamos y hemos estado siempre en la lucha contra los patrones, buscamos la autoorganización social que barra hasta los escombros de la sociedad de clases.
Peleamos por más que una forma nueva de organizar la explotación, nos enfrentamos a la producción de la vida y los que solo quieren mejorarla. El trabajo asalariado tiene que caer como tienen que caer los capitalistas, como tienen que caer sus defensores…
Estuvimos el año pasado en la calle peleando para que la tierra no se destruya, no dejando desarrollar la miedosa moralina de los que quisieran reducir todo a una cuestión nacional, fuimos el muro contra el que chocaron los demócratas y estaremos siempre plantados firmes para decirles que la resistencia es una sola en todo el continente, en todo el planeta. Los marxistas, demócratas y reformistas intentan encerarnos en naciones pero nosotros no condicionamos el amor a los demás por el lugar en el que hayan nacido.
Nuestras fuerzas no se van, son ellos, los izquierdistas, los demócratas, los que buscan el poder los que tienen que aceptar que su tiempo ha acabado. La anarquía, los anarquistas somos los que estamos con las piedras en las manos, con las ideas en la cabeza siempre llenos de vida.
No dejaremos pasar la oportunidad, es nuestro tiempo.
No poco.
No poco hemos hecho…
Los anarquistas hemos estado en las últimas insurrecciones apostando a generalizar la revuelta y minando los nuevos poderes que quieren surgir. Y es por esto que nuestros compañeros en lo que ya es el invierno árabe están siendo en este momento atacados por los llamados “hermanos musulmanes”.
También hemos estado y conformado la acción directa de la última huelga general del Estado español donde aún hermanos nuestros están encerrados por su enconada lucha.
Así también la ola de sabotajes que sonríe en Barcelona o el antifascismo en las tierras de Putín en Rusia con ya varios compañeros asesinados.
Pero también en Portugal, Alemania, Indonesia, México y en donde es posible las fuerzas del sin poder arremeten contra la masacre capitalista.
Nuestros hermanos pelean en el país con más presos anarquistas, ahora también abiertamente contra el siempre fascista Partido Comunista enseñando en su libertad de táctica la fuerza de sus espíritus.
También nuestros compañeros italianos doblegan ahí donde pueden al fascismo siempre coherentes, siempre adelante.
En los valles norteños de Italia, el país vasco y Francia, la resistencia contra los trenes de alta velocidad capitalistas se mantiene con fuerza.
Un zumbar constante da escalofríos a los Estados Unidos con los compañeros que supieron organizar y experimentar los métodos del Ocupy Wall Street.
Y en Chile retumban los muros con nuestros golpes y si hay represión es porque se hace algo contra la explotación, es porque se ataca al Estado y al capital. Las bombas hermanas conocen a su enemigo, dañan bancos y comisarías dejando el ataque indiscriminado para los locos suicidas del poder, esos que nos están llevando a la destrucción del planeta para alimentar sus ansias de riqueza. El Estado terrorista está en todas partes.
Acá, la voz anárquica se ha mantenido en periódicos, en locales y en la calle, ésta increpa en el movimiento contra la minería a toda su lógica del abuso, enfrenta a la represión, ataca con su antimilitarismo y no se dobla frente al discurso de la pasividad y derrota.
Los marxistas y demócratas llaman a aceptar unas fuerzas superiores y al “qué se le va a hacer” de la resignación, nosotros ponemos una vez más nuestras esperanzas, nuestra fe y confianza que todo lo tuerce. En las capacidades humanas de soñar, crear y luchar para ser mejores.
Círculo Anárquico Villa Española, Malvin Norte y afines.
Oratoria del acto del 1ro de Mayo de Tierra y Tempestad.
Somos la expresión de un sentimiento ancestral que recorre las venas de cualquier ser vivo, somos la vitalidad rebelde y salvaje, instintiva, que se afianza en los profundos lugares del sentir animal. Somos ese instinto que todos llevamos dentro, aunque bien guardado lo tengamos. Somos esos segundos de silencio que se apoderan de cualquier mortal cuando dejamos que el viento golpeé nuestra cara ante la orilla de cualquier mar, ante la mirada infinita del horizonte.
Somos la expresión de algo que no es necesario explicar ni racionalizar, sino de sentir y llevar a la práctica.
No seguimos ningún jefe que marque nuestros pasos. No adoramos ningún Dios que nos quite la certeza de que somos un simple grano de arena en los desiertos de la existencia, librando nuestro destino a nuestros propios actos.
Despreciamos la autoridad de cualquier jefe, encargado, delegado o presunto compañero que pretenda imponernos cualquier forma de desenvolver nuestros propios asuntos.
Sólo respetamos un poder; el poder de la naturaleza. El de los tiempos lentos que maduran sus frutos, en su diversidad inabarcable que contiene todos los elementos para el desenvolvimiento de la plenitud humana y de las especies. En la armonía de su sistema caótico y descentralizado. En la profundidad de de sus inmensidades desbordantes de secretos desconocidos. En la rebelión de sus fuerzas explosivas; huracanes, tsunamis, explosiones volcánicas, lluvias ácidas, rayos solares mortales, llevan su incansable lucha contra la destrucción climática de la ambiciosa tecnología humana.
Y es la mayor fuerza que poseemos. La confianza en nosotros. La confianza de ser la más alta expresión del triunfo de la vida sobre la industria y el arte de la muerte. El triunfo del apoyo mutuo, la solidaridad y la armonía ecológica y social sobre el arte del dominio, el control y la explotación.
Somos anarquistas porque sentimos un profundo sentimiento de libertad que creemos no debemos limitar, somos quienes creemos que todo este mundo de lo real no es más que la mismísima mierda. Ni el dinero ni las grandes tecnologías nos parecen imprescindibles para nada.
Creemos en el poder de la naturaleza, en la necesidad del libre entendimiento humano. Creemos en la necesidad de orientar la sociedad humana hacia fines más elevados y más simples, que prioricen la felicidad colectiva y no el egoísmo mezquino actual.
Entendemos la anarquía como una forma de vida, por instinto animal nos agrupamos en grupos de afinidad y a través del libre acuerdo y la libre iniciativa. Generamos y fomentamos cualquier tipo de actividad horizontal y libre que tienda a la libertad. Sea en la creación de espacios o momentos de libertad, pequeños agujeros negros del sistema donde se desarrollen actividades tanto culturales, educativas, recreativas, vitales, en definitiva.
Apoyamos y fomentamos todo tipo de accionar que a la vez que creando y afianzando prácticas libres vaya erosionando, socavando, corroyendo la sociedad actual y golpeando su poder.
Creemos en la solidaridad como el arma que protege nuestros golpes. En los espacios libres y autónomos como la savia que recarga nuestras energías para poder golpear más duro al día siguiente. En la lucha contra todas las formas de opresión como una necesidad vital. En el desprecio consecuente a esta forma de organización social y quienes reproducen estos valores jerárquicos en sus organizaciones.
La anarquía no es un partido, ni se reduce a una organización. La anarquía es un sentir, son los lazos de confianza.
Saludamos y alentamos todo germen anárquico que se produzca desde las cloacas de este sistema para que el día de la insurrección generalizada celebremos la vida sobre las ruinas de esta mentira social
vemos con expectativa los conflictos llevados a cabo por nuestros compañeros en Grecia, España o Chile. Sufrimos con los compañeros presos en Argentina, Chile o en el rincón del mundo que sea.
No entendemos cómo esta “primavera democrática” que vivimos brilla en el alma de la gente, mientras las cárceles siguen siendo campos de concentración atiborradas de pobres. Mientras se publicita mediáticamente la caza del pobre. Mientras los adolescentes de nuestra sociedad, jóvenes en la edad más impulsiva y vital, son vistos como la más terrible amenaza a enjaular como bestias o simplemente matar. Así, estos jóvenes queman sus energías en lo único que les ofrece una alternativa “real” a su vida; romper las reglas para robar.
Hace unos años un compañero que tenía sus dos hijos presos nos decía “esta sociedad mide su bienestar en base a tres elementos: la educación, la salud y sus cárceles”. Hoy las tres están en situaciones deplorables, claro, eran años de Jorge Batlle en el gobierno. Hoy el presidente es un ex-revolucionario, los índices económicos están en sus mejores momentos y la democracia es legitimada por todos los medios como el reino de la justicia.
Sin embargo, la educación está en crisis, fruto del desinterés que todo gobierno capitalista tiene por la educación, la cultura y el conocimiento, fuente de libertad y no de sumisión. Ante las medidas de lucha de los involucrados en el liceo 70, otro ex-revolucionario, Bonomi, responde con balas de goma, palos y detenciones.
El gran negocio de la salud, el gran negocio de los mata-sanos se encuentra en eterna crisis. Mientras unos se embolsan millones la mayoría de la población sufre la cobarde opresión de quien juega con su vida.
Los días pasados las cárceles se levantaron en motín, el gobierno de la gente adentro de la cárcel sigue siendo un infierno. Quieren hacer creer que el motín es fruto de la manija de algún narco o un político de derecha. El motín es fruto de la rebelión, es la lava volcánica que estalla. Quien vive su vida bajo la tortura de la más directa opresión cuando tiene la oportunidad de mostrar sus dientes los enseña con saña. Que los políticos lleven agua para su molino es otro tema, es el juego sucio de la política en la que se enredan en maquiavélica orgía los políticos de izquierda y derecha.
No queremos las cúpulas del poder para cambiar las cosas, no queremos producir un contra-poder que se oponga a su altura para llenarnos en sus vicios planteando una lucha de igual a igual para formarse una nueva opresión. No queremos una revolución para tomar el poder. Queremos ser las bases, los gérmenes, las células que conforman una forma de organización social totalmente opuesta e incompatible a la sociedad actual, a la sociedad mezquina del egoísmo, la opresión y la violencia.
Aprender a vivir sin autoridad, aprender a vivir sin propiedad, aprender a sentir la confianza en el otro mientras se aprende a darlo todo por los compañeros. Ante esa actitud sólo hay un desenlace posible, como cuando se juntan las mareas frías con las mareas cálidas, como cuando se enredan dos corrientes de viento, como cuando los cielos se nublan y se desatan las tormentas. Tormentas que se deben desatar en nuestro interior, que deben recorrer nuestras venas. Quien no actúa con pasión está destinado a fracasar de antemano.
Nuestro periódico no es más que una sucia hoja con tinta, pero también es un instrumento más de vínculo entre todos nosotros y nosotras, entre todas las personas de la sociedad.
Cuanto más periódicos haya en las calles, cuando más muros se pinten, cuanto más se peguen afiches, fajas, se hagan charlas, discusiones, se compartan momentos creativos, cuanto más se accione, cuanto más se responda y se anticipen los golpes del progreso capitalista, más diverso e incontrolable será nuestro acudimiento.
El poder cuenta con una industria cultural y militar muy superior a nuestras fuerzas, por eso, nuestros golpes, nuestras alternativas deben ser en calidad no en cantidad.
No queremos implantar el anarquismo, queremos que la sociedad se desenvuelva libremente y por eso seremos enemigos intransigentes de esta sociedad arcaica que no se diferencia en nada de cualquiera de los imperios que han dominado la humanidad y que han caído.
Somos las fallas del sistema. Somos la fuerza incontrolable de la naturaleza, el caos impredecible de su propia injusticia.
Hoy, primero de mayo, es un mojón de sangre estancado en la historia. El hecho de que hoy estemos todos acá, el hecho de que años tras años de huelga general universal el poder tuvo que declararlo feriado para que no sea una huelga, es un lazo que nos une directamente con los compañeros que fueron ahorcados en 1887. Sin ellos, si ellos no hubieran luchado hoy no estaríamos acá, al menos no este día. Y eso es un mensaje muy fuerte.
Hoy existen levantamientos, insurrecciones en distintos lugares del globo. Hoy existen cientos, miles de compañeros en guerra social contra el sistema en distintas latitudes.
Hoy somos nosotros quienes tenemos la posibilidad de dejarnos llevar por la corriente o vivir nuestra propia vida, horizontal, libre.
Y siempre en eterno compromiso solidario con los iguales.
¡Por la tormenta social! ¡Que estalle la anarquía!
Salud.