Ayer en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso, los familiares de los tres detenidos por el caso del asalto al Banco Security –Marcelo Villarroel, Juan Aliste Vega y Freddy Fuentevilla– realizaron una conferencia de prensa donde denunciaron el hostigamiento del que están siendo víctimas, y que tuvo su último episodio en el reciente y grave secuestro del padre de Fuentevilla.
Según relató el abogado Julio Cortés, y como se denunció en la querella por secuestro, el pasado 5 de enero el padre de Fuentevilla fue abordado en plena vía pública en Valparaíso por cinco individuos -policías presuntamente- y subido a una camioneta que se paseó por el plan de la ciudad. Mientras esto ocurría, en el interior del vehículo fue amenazado violentamente y golpeado por los desconocidos.
Este hecho, gestado por la “mano siniestra de quienes actúan en los lados más oscuros del poder”, según lo definió Cortés, es sólo uno de los actos de hostigamiento y persecución que han sufrido los familiares de los detenidos, los que van “desde este mini secuestro hasta seguimientos e intentos de tomar declaraciones a menores de edad”, explicó el abogado.
De hecho, para ejemplificar lo que viven constantemente, Karina Aliste -hermana de Juan- agregó que “han llegado al punto de asomarse al patio de nuestra casa mientras almorzábamos o ir a buscar -la PDI- a mi hermana de 15 años al colegio“. Por su parte, Cristián Fuentevilla, hermano de Freddy, en una interesante definición de lo que padecen, postuló que “existe en este país acoso organizado“.
Por último, María Angélica Sepúlveda, madre de Marcelo Villarroel, quien comenzó su intervención con la frase “mientras exista miseria habrá rebelión”, resumió las presecuciones planteando que “ya perdimos la cuenta de las veces que nos han allanado y hecho mierda la casa“.
Por su parte, desde la Cárcel de Alta Seguridad, los detenidos se han sumado a esta denuncia, planteando que ante el fracaso de la justicia, han sido sus compañeras, hijos, hijas, hermanos, hermanas, madres y padres los perseguidos. “Son sus trabajos, los colegios y calles transitadas, los lugares escogidos por agentes policiales de carabineros y la PDI para reprimir a nuestras familias, haciendo sentir su presencia, odio y control, mensajes explícitos de muerte, pero que no afectan sólo a nuestros rostros, cuerpos, convicciones e ideas”.
El caso
El 18 de octubre de 2007 es asaltado el banco Security de calle Agustinas 615 en Santiago, hecho en el que termina muerto el cabo de carabineros, Luis Moyano, tras intentar repeler el atraco. Como responsables del robo son acusados Juan Manuel Aliste Vega, Carlos Gutiérrez Quiduleo, Marcelo Villarroel Sepúlveda y Freddy Fuentevilla Saa, estos dos últimos sindicados también como los que dispararon contra el uniformado.
Los tres primeros son ex militantes del Mapu Lautaro, mientras que Fuentevilla es ex integrante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). Todos ellos, menos Gutiérrez, quien permanece en la clandestinidad, están hoy recluidos en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), luego de que en diciembre de 2009 fueran entregados por la justicia argentina a la chilena, tras haber sido condenados en el país trasandino a tres años y medio por porte de armamento de guerra.
“Después de casi 4 años la investigación sigue abierta y se funda en la declaración de una persona. Esta declaración, vigilada y monitoreada por policía uniformada a través de la DIPOLCAR, OS9, SIP y LABOCAR, se instala como su prueba científica. Ni la Fiscalía, ni el Ministerio del Interior, ni los bancos querellantes, siquiera las policías, tienen los elementos necesarios para condenarnos, y esto es porque simplemente no existen”, han declarado desde la CAS los acusados.
Mas información en: Red de Apoyo a Freddy, Marcelo y Juan
http://freddymarcelojuan.noblogs.org/ – freddymarcelojuan@yahoo.com