Mumia Abu-Jamal, antiguo integrante de las Panteras Negras, no será ejecutado después de que la fiscalía de Philadelphia (Estados Unidos) rechazara el miércoles 7 de diciembre de 2011 a seguir pidiendo la pena de muerte tras treinta años de batalla legal, informaron sus abogados.

En un caso que dio la vuelta al mundo, Mumia fue condenado a pena de muerte por supuestamente haber disparado al policía Daniel Faulkner en diciembre de 1981 y, tras la decisión de la Fiscalía, ahora cumplirá cadena perpetua, según las leyes del Estado de Pennsylvania. Su juicio ha estado lleno de dudosas circunstancias, no habiéndose jamás podido comprobar la participación de Mumia en el hecho. Éste caso hace recordar muchos otros, como el de Sacco y Vanzetti en el mismo país. Mumia , al momento de ser detenido, era taxista, periodista y activista por los derechos de lxs afroamericanxs, además de apoyar la organización MOVE.

Grupos de activistas y pro derechos humanos habían pedido que se conmutara la pena de muerte a Mumia, ya que -como ya dijimos- el jurado había sido condicionado durante el proceso. El fiscal encargado del caso del compa, Seth Williams, dijo hoy en una comparecencia pública que continuará pidiendo la pena de muerte para Mumia, y que llevaría el caso a un «sinnúmero de años de apelaciones».

En octubre, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó un recurso de la Fiscalía contra la sentencia de un tribunal de apelaciones de 2008 que pedía un nuevo juicio sobre el caso, ya que el jurado que condenó al preso recibió presiones e instrucciones.

No obstante, «la Justicia estadounidense mantiene su condena por homicidio del policía, aunque reconoce que el jurado estuvo condicionado durante sus deliberaciones». El fiscal indicó hoy que ha decidido renunciar a perseguir la condena a muerte de Mumia de acuerdo con la viuda de Faulkner, que no desea que comience otro largo proceso.

Judith Ritter, abogada del compa, celebró la decisión, ya que en su opinión «no hay dudas de que se ha hecho justicia cuando se rechaza una sentencia a muerte de un jurado desinformado».

En sus casi tres décadas en prisión en Pensilvania, Mumia ha logrado fama mundial debido a los ensayos que ha escrito desde su celda en contra de la pena de muerte y ha alimentado un movimiento internacional por su liberación.

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