En la madrugada del 1º de diciembre una célula del frente de liberación animal ingresó a la facultad de veterinaria y logró rescatar dos conejos que iban a ser utilizados como objeto de experimentación.
Dejamos en el lugar algunos volantes donde se manifestaba nuestro rechazo ante la privación de libertad, la explotación y ante cualquier práctica especista.
La ciencia, el “progreso”, el capital…todos ellos están dejando víctimas en su camino y ya es tiempo de acabar con eso.
La ley no significa justicia y la misma no nos representa.
Seguiremos hasta que todas las jaulas estén vacías y destruidas.
¡Liberación Animal!