Grecia: Carta de los presos anarquistas Fivos Charisis y Argyris Dalios

El 30 de abril de 2013 en el municipio de Nea Filadelfia (Atenas) fueron detenidos 5 anarquistas. Dos de ellos, Fivos Charisis-Poulos y Argyris Dalios se encontraban prófugos desde el 15 de Febrero cuando, en el marco de las investigaciones relacionadas con el doble atraco en Velvedo (1 de Febrero de 2013) que terminó con la detención de 4 compañeros anarquistas (Giannis Mihalidis, Dimitris Politis, Nikos Romanos y Andreas-Dimitris Bourzoukos), se emitieron las ordenes de busca y captura en su contra. Ahora, tanto Fivos y Argyris como dos de los demás compañeros (Giannis Naxakis y Grigoris Sarafoudis) están en la cárcel acusados de varios atracos a bancos, mientras que el quinto, Dimitris Hadzivasiliadis, fue soltado en libertad con cargos menores (resistencia al arresto,etc.).
La información inicial está aquí.
La siguiente es la carta que sacaron Fivos y Argyris.

“A ti que por la noche te vas a dormir desesperado por la vanidad de la lucha, por la represión que nos está “robando” a nuestros compañeros y a casas ocupadas y que arrastra a su paso todo que se oponga frente suyo. Vístete, llévate contigo una decisión y lucha. Que la historia escribe sobre los que lucharon hasta el fin,  hasta que los últimos revolucionarios se conviertan en polvo en el paso de la represión tecnológica avanzada. Que la puta historia escribe sobre los gritos de rabia que los Seres Humanos lanzaron antes de ser ejecutados. Sí, a ti que por las noches estás contando las estrellas y tu corazón late rápido, más rápido, más y más rápido esperando pacientemente el alba para continuar el intento y la lucha…TODO POR TODO”

Aquel mediodía en la zona de Nea Filadelfia llegó a su fin un bello viaje de libertad el cual hemos iniciado después de que se proclamó oficialmente nuestra clandestinidad. El tiempo se congeló, incluso los segundos fueron puestas bajo la vigilancia y el cielo se escondió detrás de las pasamontañas de nuestros perseguidores. Hemos caído en sus manos y la sensación amarga de la derrota que supone un cautiverio va a perseguirnos incluso detrás de los muros, así como los recuerdos de nuestra vida en libertad van a revivir en nuestra memoria. El viaje de nuestra clandestinidad, lucha y libertad en ningún caso ha comenzado en mitades de Febrero—cuando se emitieron los ordenes de busca y captura—ni tampoco se ha acabado con las esposas en las coches particulares de los maderos.

Lo que hemos llegado a vivir esos años en que decidimos de tomar la posición de combate en la lucha anarquista, vivíamos momentos valiosos de disturbios, de violencia, de agitación y debate, de esfuerzos y de pérdidas. Pero sobre todo la sonrisa que deja la sensación de haber logrado algo, esa pequeña piedrita que junto con nuestros compañeros pusimos para construir una vida verdadera y no esclavizada.

Tras los molotov, las piedras y los gases lacrimógenas durante las manifestaciones, las correrías con los maderos por las callejones del centro, las acciones violentas, las discusiones entre compañeros y amigos compartiendo nuestras inquietudes respecto a la promulgación de la Lucha. Tantos y tantos momentos, medios y formas de acción, con los cuales contamos al revés el tiempo para vivirles de nuevo.

No seamos nosotros quien se tiene que arrepentir de algo, sino todos los que observan como su vida se va desencadenando en la pantalla de televisor, los que siguen apáticos mirando las sangrientas repercusiones del maratón de la indiferencia. Todos esos indiferentes que día tras días siguen “asesinando” desde sus sofás.

Para nosotros, las declaraciones de arrepentimiento son la victoria del Poder. Y en cuanto a aquellos que hablan sobre “la juventud desviada que se deja llevar”, les tenemos que recordar que los desviados son aquellos que duermen con la ilusión del sosiego y se lo arreglan con unas soluciones a medias y poco peligrosas, sin esforzarse a arriesgar ni lo más mínimo. Que dejen de llamarnos “unos jóvenes desviados” y así tratar de despolitizar nuestra acción.

No. No somos nosotros quien tiene que hacer apología respecto a las acusaciones que se nos atribuye, sino todos los enemigos de la libertad, se llaman maderos, jueces, fiscales o ya sea políticos, tecnócratas y empresarios que tendrían que abogar para sí por los asesinatos que repetitivamente cometen.

No tenemos nada para declarar aparte del hecho que orgullosamente nos ponemos a lado de los Culpables de nuestra Época, un circulo que desde siempre formaban todos los que cuestionan la autoridad. Gente a largo y ancho del mundo que cada uno a su manera, según las particularidades sociales y políticas que hay en cada lugar, miran hacia las estrellas en el firmamento preparándose para sus propias sangrientas batallas contra el Poder.

Desde la posición en que nos encontramos, mirando el cielo ya detrás del alambre de púas, hay pocos medios que tenemos a nuestra disposición. A pesar de eso, con papel y lápiz, con nuestro rechazo de declarar frente a los maderos y jueces, con nuestro rechazo a someternos al humillante chequeo corporal en la cárcel y tampoco queriendo tragarnos fácilmente ese estéril perfil de un ser carcelario, con nuestro intento de crear la comunidad de lucha dentro de los muros carcelarios junto a los anarquistas y presos dignos, nos lo jugaremos todo en la apuesta abierta de la perspectiva revolucionaria.

Respecto a la O.R. Conspiración de Células del Fuego

Como se puede ver del resto de nuestro texto pero también de nuestra postura frente a los maderos y jueces, no tenemos ganas ni propósito de limitar nuestro discurso implorando términos legales, los cuales son de hecho sacados de otro mundo, de un mundo que está en conflicto con el nuestro. A pesar de esto, las acusaciones de pertenencia a la CCF que se nos está atribuyendo tienen para nosotros un carácter político, por lo tanto es importante dejar clara nuestra posición. Declaramos que no somos miembros de la O.R.CCF. Durante los últimos años,  los círculos policiales-judiciales mediante la CCF intentan de una parte, a un nivel legal, meter más acusaciones a la gente “afiliándoles” a esta organización y de otra parte reducir los recorridos políticos que los luchadores detenidos hicieron cada uno de manera autónoma a los marcos de una sola organización. Presentando y nombrando  a quien tenían suerte de detener como su miembro, el Dominio intenta presentar la lucha y más concretamente su lado violento-guerrillero como monopolio de un solo grupo, no reconociendo la autonomía de acción ni su difusión por el más amplio entorno subversivo.

Poniendo énfasis  en el hecho cómo la Dominación utiliza la organización CCF, en ningún caso pasamos por alto la enorme contribución de ésta en concreto organización anarquista-revolucionaria a la continuación y el enriquecimiento de la lucha misma (como por ejemplo la apuesta por internacionalizar la lucha anarquista). Y esta contribución la reconocemos independientemente de si tenemos o no desacuerdos con su discurso y acción.

La lucha anarquista no deja de ser un gran mosaico de ideas, discursos y concepciones políticas como también todo un abanico de diferentes y multiformes acciones ofensivas. En cada caso, nuestra aspiración es que todas las células revolucionarias acepten y comprenden el concepto de COMUNIDAD, de una comunidad de lucha contra el Estado y contra toda relación autoritaria existente.

El concepto de comunidad de ninguna manera supone la identificación en nivel de discurso y acción sino más bien una proyectualidad que tuviera que ser comprendida y apropiada no sólo por los anarquistas-revolucionarios pero también por todos los que están oprimidos por el Poder.

Dejemos por fin todas esas resistencias fragmentadas que ocurren tanto en el seno del entorno anarquista como fuera de él y mejor derramemos nuestra sangre en las trincheras de la resistencia colectiva frente a la expansión de la Dominación.

Algunas reflexiones sobre la condición de clandestinidad
Cuando se emitieron los ordenes de busca y captura y se publicaron nuestras fotos, hemos tomado la decisión de desaparecer, ya que no estábamos dispuestos a regalar nuestra libertad a ningún carcelero ni tampoco de sepultar nuestras ideas y acciones debajo de los expedientes y documentos jurídicos. Habíamos concebido la condición clandestina como un “equilibrio sobre la cuerda”. Como una condición en que el peligro acecha en todo momento y cada día, desde el moverse por las calles hasta las casas clandestinas y los encuentros con amigos y compañeros bajo el temor del seguimiento policial. Una situación que requiere atención constante y planteamientos cuidadosos. En el combate clandestino el más pequeño error puede costar muy caro, mientras que la más mínima relajación puede ser utilizada por el enemigo. Se trata de una condición muy peculiar en que la vida cotidiana está estructurada a base de reglas y medidas de seguridad.

La apuesta que nos planificamos desde el primer ya momento de nuestra desaparición fue la siguiente: ¿cómo romper el aislamiento que la condición de clandestinidad trata de imponernos? Y el aislamiento del cual hablamos tiene dos caras: una política y otra existencial. En la primera cara de esa moneda, el aislamiento “significa” una inactividad en nivel de la acción política, es decir una simple supervivencia. La verdad es que tanto los medios como las formas de acción son reducidos. Lo de aparecer públicamente, si en las asambleas y manifestaciones o si en general en las estructuras del movimiento, resulta muy peligroso. A pesar de eso está a nuestro alcance intentar–de manera inteligente y según el nivel de riesgo que cada uno está dispuesto asumir–, de no perder el contacto con las movidas sociales y, en cuanto eso sea posible, influenciarles con nuestro accionar. Además, nuestra posición sobre las acciones y posibilidades de lucha es que no se debería seguir a una determinada y dogmática lógica según la cual los medios tienen que seguir el dipolo legal-ilegal. Un combatiente clandestino puede tanto llevar la capucha y hacer ataques armados como repartir octavillas por la noche. Ya es tiempo que nuestra fantasía se piensa las maneras innovadoras del uso y manejo de TODOS los medios, sea desde pisos francos o casas legales. La otra cara de la moneda refleja el aislamiento en un nivel personal, existencial. El alejamiento de nuestras personas queridas y amigos, familiares, etc., pero también el contacto con poquísima gente cada día están creando un cierto “vacío personal”. Esta situación genera a su vez una doble sensación. Por un lado sientes que te hagan falta tu gente cercana pero también las diferentes expresiones de la lucha, por otro lado con estos poquísimos compañeros con cuales te sigues encontrando consigues crear unos vínculos fraternos difíciles de describir en un “trozo de papel”.

Al mismo tiempo, la condición de clandestinidad por su parte ofrece a todo quien lucha la posibilidad de evolucionar y subir el grado del conflicto armado con el régimen. Un ejemplo característico constituyen las estructuras y grupos clandestinos anarquistas de los últimos años, cuyas con su acción guerrillera cuestionan directamente el monopolio de la violencia del Estado y causan heridas materiales y políticas al Dominio y su civilización. La importancia de las estructuras guerrilleras es crucial para el desarrollo de nuestra guerra contra el Poder, porque funcionan como vanguardia de la fuerza destructiva de la anarquía. Crucial porque guardan viva la apuesta por la generalizada insurrección armada contra el régimen y obligan la democracia a abandonar su supuesta cara ennoblecida y mostrar su verdadero ser. Al mismo tiempo crean las situaciones en que se acelera la difusión del discurso y de la práctica anarquista por el más amplio cuerpo social. La acción guerrillera no constituye un fin en sí mismo pero tampoco es algo aislado de los demás procesos del movimiento. Funciona y actúa en correlación con estos, transfiriendo la guerra a un nivel militar.

Para los que nos apoyan y les apoyamos

Avanzando juntos bajo los dos cielos…
En algún momento te paras, miras a los tuyos que están por allí y sigues…
Algunos se quedaron atrás, algunos cayeron prisioneros y ahora muerden las rejas con rabia.
En las celdas de la prisión la revolución se alimenta de incontables recuerdos y unos imaginarios “si, y si, y si…”
¿Si qué? Pide la aguja del reloj que vuelva atrás. Recibe tu respuesta en el nudo del encierro…

Algunos otros allí fuera están solos, se deprimen, piensan, luego lloran y se ponen a luchar de nuevo. Obstinados. Miden sus miedos y sus cohibiciones, algunas veces le sale mal y otras aprietan el gatillo. La bala se acuña en una gran esperanza. Abraza a los planes, fija una fecha por la última vez y despide por años enteros la avenida Dekalias.*

Cambio brusco de ámbito. El cielo azul se convierte en una pequeña bombilla totalmente blanca. Las sonrisas de nuestros compañeros están tapadas.

Se dejaron engañar los cabrones. En aquel momento la vista del destino funesto ensombrece la paliza. Nadie siente algo, a nadie le duele. Solamente saborea la gran derrota.

Escúchame atentamente. Recoja en tu interior todo lo hemos vivido, todo lo que hemos arriesgado, todo el peligro que hemos corrido y todo lo que hemos perdido, todo lo que viviríamos pero tuvimos mala suerte…Guarda en tu interior cada una de las promesas y escóndete, que no te pillen NUNCA…

En el país donde la puesta de sol pertenece a ellos eres un ilegal, clandestino, enemigo.
Anteayer, conversando con la época nos hemos dado cuenta de nuestra culpa.
No es correcto que escondas dentro tuyo lo inesperado. Tal vez tienes de nuevo remordimientos.
Sea como sea, en ningún caso cambies tu libertad por una espera eterna.
No sé adonde vas ni donde estás hoy, mañana, ahora. Me imagino que sabes como son esas cosas.

Por lo tanto cierra tus ojos y piensa: una sonrisa, un paseo por el bosque, nuestras discusiones tempestuosas, nuestras emboscadas y ataques. Y apenas abrirás tus ojos mira el cielo y diga: vamos otra vez, esta vez hasta el fin.

VIVA LA ANARQUÍA.
SOLIDARIDAD CON NUESTROS COMPAÑEROS, LOS ANARQUISTAS GIANNIS NAXAKIS Y GRIGORIS SARAFOUDIS Y CON TODOS LOS PRISIONEROS DIGNOS DENTRO DE LOS MUROS.
NINGUNA PERSECUCIÓN PENAL CONTRA EL ANARQUISTA DIMITRIS HADZIVASILIADIS.
NADA SE ACABÓ — LAS HOSTILIDADES CONTINUAN.

Fivos Charisis y Argyris Dalios
Módulo A de Koridallos
Mayo de 2013

Notas de traducción:
*Se trata de la avenida donde los compañeros fueron detenidos.

Un comentario sobre “Grecia: Carta de los presos anarquistas Fivos Charisis y Argyris Dalios”

  1. Yo no estoy en linea con lo aqui expuesto, pienso sinceramente que hay muchos aspectos que no han podido ser tenidos en cuenta. Pero valoro mucho vuestra exposicion, es un buen post.

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