Chile: Tercer día de juicio contra el Tortuga

El juicio se inicio con el testimonio e interrogación del guardia de seguridad del edificio donde vive el hermano de Luciano. Si bien este testigo reconoce a Luciano como el hermano del dueño del depar-tamento, no logra reconocer la moto que se le muestra (moto que supuestamente sacó Luciano), reconociendo el color

pero no el modelo. No vio la placa patente, ni estuvo al momento en que supuestamente Luciano saca la moto del edificio. La defensa se encargó de dejar clara esta situación.

El testigo que siguió fue el dueño de la moto a la cual le robaron la patente. Este solo señala que la patente de la moto encontrada en el lugar corresponde a la patente que le robaron en Santiago Centro hace un tiempo. Nótese cómo la prensa influye en las personas: a la pregunta del fiscal: “¿Cuándo reconoce la patente?”, el testigo señala que “usaron la patente para ponerla en una moto y tirar una bomba al banco, en el caso bombas”. La defensa no hizo preguntas.

Luego vino otro testigo de la fiscalía: Un comerciante que tiene un bazar cercano a la casa okupa donde supuestamente vivía Luciano. Este testigo cae en varias contradicciones entre la declaración que le dio a la policía y la que realiza en el juicio. Por ejemplo, parte por señalar que él no sabia como se llamaba ni como le decían a Luciano, solo lo veía cuando iba a comprar…pero a la pregunta posterior del fiscal: “¿sabe cual es el apodo del imputado?”, el testigo responde “si, Tortuga”. Cuando la defensa le pregunta cómo sabe esto si había dicho lo contrario, el testigo se turba y señala que “lo escuché cuando fue con unos amigos”… sin embargo, en su declaración escrita señalaba explícitamente que “el acusado siempre venia a comprar solo, nunca con más gente.”

El testigo señala además que no sabia donde vivía, pero sabia que era “de ese grupo, de los que se hacen llamar okupas” ¿cómo? Porque venía “de esos lados”, vestido de negro, con chaquetas que decían okupa, y que la casa estaba pintada por fuera y decía okupa también.

La defensa lo hace aclarar que nunca llegaron los pacos, o los bomberos, ni que la casa estaba clandestina, y que Luciano solo compró cosas para comer en el bazar, nunca compró cables, ni cosas así.

Surgió el problema de que en la declaración escrita, el testigo da nombres y apellidos, pero el testigo señala que a él le mostraron unas fotos y asi fue reconociendo a las personas. Por esto, la defensa cuestiona quien hizo la declaración, porque ya pasó que un testigo dijo que la declaración no era suya (ver día 2).

Luego viene la persona a cargo de reparar y mantener la sucursal del Banco Santander donde explotó el artefacto. Lo relevante de este testigo es que la fiscalía intenta hacer ver que el daño provocado fue enorme, mostrando fotos (bien miserables) en las que se mostraban vidrios rotos en mil pedazos, una puerta rota, y un pilar y el techo manchados de hollín. La defensa, logra dejar en claro que los trabajos no demoraron mas de 1 semana, fuera del horario del publico, y que aquel día, la atención del público se retrasó solo en aprox. ½ hora. Lo comparó con un alunizaje, señalando el testigo que entre uno y otro no había mucha diferencia en el tiempo de reparación. Además, se señala que solo una puerta se rompió, la otra se trizó solamente.

Por ultimo, se discute la declaración del testigo, pues nuevamente hay contradicciones entre lo dicho por el testigo en el tribunal y lo dicho ante la policía. Finalmente, el testigo reconoce que no leyó la declaración, pues le hicieron las preguntas mientras estaban arreglando el banco para que pudiera entrar la gente, habían muchas personas y mucho movimiento, por lo cual el simplemente firmó la declaración sin leerla.

Por la tarde, el juicio continuó con la declaración de un policía de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros que estuvo a cargo de retirar el lienzo colgado en las afueras de la clínica en donde estaba Luciano, lienzo que también fue exhibido en la audiencia como una de las pruebas. Habló también de cuando rompió las cadenas de custodia de unas pruebas (dos cascos y una patente de motocicleta) para enviarlas al Laboratorio de Carabineros y ser analizadas.

Luego, el director de la Clínica INDISA, en donde Luciano estuvo hospitalizado por casi tres meses. Fue una declaración bastante técnica, ya que sólo relató las consecuencias médicas del fallido atentado. Otro punto que tocó, fue la llamada que una mujer realizó al hospital el día 2 de junio de 2011, amenazando con que «un grupo de personas disfrazadas de paramédicos, atentaría contra Luciano Pitronello». Debido a esta llamada, la policía pudo obtener la custodia del compa, ya que antes sólo podía hacerlo de civil.

La audiencia finalizó con una extensa lectura de los informes médicos emitidos por la Clínica INDISA, en donde se daba constancia de la evolución del Tortuga.

Para cerrar, se dijo que ya quedan pocxs testigxs, por lo que esta etapa (declaraciones de testigos) terminaría quizás el jueves, para continuar con las pruebas y peritos.

Las audiencias son de lunes a viernes de 9:00 a 16:00 hrs. en la sala 901 (piso 9) del Edificio D del “Centro de Justicia” (Metro Rondizonni). Cualquier persona puede entrar como público llevando sólo su carnet de identidad. Está prohibido el ingreso de objetos contundentes, corto-punzantes, encendedores, fósforos y comida.



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